Niños: Principal reto en derechos humanos (II/IV)

En promedio, los mexicanos menores de 18 años tienen una escolaridad de 8.9 años, lo que justifica los esfuerzos que conlleva la reforma educativa

Ricardo Pérez Valencia
Todo menos politica
Niños educación
Foto: NTX

Sin soslayar los demás rubros que afectan a las niñas, niños y adolescentes del país la educación es el tema prioritario para lograr que la infancia en México alcance su pleno desarrollo: de acuerdo con los expertos en la materia, asistir a la escuela y recibir una educación de calidad resulta esencial para el desarrollo de sus potencialidades y para ampliar las oportunidades de mejorar su calidad de vida.

Este sector de la población, que de acuerdo con datos de la Encuesta intercensal 2015 del INEGI es ahora de 39.2 millones, requiere de una atención general en materia de educación, salud e integración social, ya que enfocarse en estos aspectos de manera adecuada será clave para su vida adulta.


Dado lo fundamental que resulta la educación para el desarrollo y el bienestar de la niñez y la adolescencia, en nuestro país el Sistema Nacional de Educación hace un gran esfuerzo por proveer de servicio educativo a todos los mexicanos, si bien —aun cuando en los últimos años han existido avances importantes— aún se observa que la cobertura en la educación básica no es universal y no tiene la calidad necesaria.

El representante de la Unicef en México, Christian Skoog, señala que invertir en la educación de las niñas, niños y adolescentes además de ser productivo y rentable para una nación es también una forma de prevenir aspectos negativos como la violencia y las adicciones.

Inversión

Al respecto, la senadora Martha Angélica Tagle, integrante de la Comisión de Derechos de la Niñez y la Adolescencia, dice a Vértigo que a pesar de que hemos avanzado con la Ley General de Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (LGDNNA) y se han implementado una serie de medidas para atender la necesidad de los niños, los esfuerzos son todavía insuficientes.

“No hemos invertido de manera adecuada, sobre todo, en el tema de la educación: el sistema educativo no está respondiendo a lo que las niñas y niños merecen ante un futuro cercano y poco prometedor”, puntualiza.

La legisladora agrega que mientras no cambiemos esa visión y creamos que invertir en educación pública es un gasto y se recorten los presupuestos “no habremos cambiado de fondo sino en el papel solamente; se dice que tenemos políticas diferentes, pero en los hechos seguimos igual”.

En este mismo sentido se pronuncia el diputado Jesús Valencia Guzmán, presidente de la Comisión de Derechos de la Niñez de la cámara baja, quien señala que a pesar de que la LGDNNA es una ley que presumimos a nivel nacional e internacional y se le reconoce como una de la legislaciones más avanzadas en materia de la protección de derechos de la infancia, aún estamos en deuda con los menores.

“No hemos cumplido las expectativas de lo que la ley nos marca y no hemos dotado del presupuesto suficiente para su funcionamiento, no se ha logrado tener el suficiente apoyo, no cuenta con recursos… Y una ley que no cuenta con ese respaldo puede convertirse en letra muerta”, advierte.

Este argumento, indica, se basa en que para 2017 la Secretaría de Educación Pública (SEP) tendrá uno de los recortes al presupuesto más altos, “más de 35 mil millones de pesos menos con respecto de este año”.

Voluntad política

Por su parte, el senador Raúl Morón Orozco, integrante de la Comisión de Educación del Senado de la República, expresa que la educación es atendida a medias, pero si bien contar con recursos económicos es muy importante, tiene que haber además voluntad política que sirva para impulsar el desarrollo de la infancia y adolescencia del país.

“Debemos reconocer que con lo que se tiene, si se utiliza de manera adecuada, de manera honesta y transparente, se puede empezar un proceso que permita generar condiciones propicias, pero debe hacerse lo más pronto posible. Tiene que haber un orden también en el gasto que se destina a la educación”, explica.

—Es uno de los objetivos de la reforma educativa…

—Sí, la reforma busca poner orden. Y es importante que haya orden, que haya disciplina, pero creo que es momento de que los responsables de la política educativa hagan un alto y empiecen a ver, junto con los actores del proceso educativo —maestros, padres de familia, escuelas, es decir, todos los interesados— cómo se tiene que enseñar a los niños para que puedan acceder de manera plena a este derecho que es la educación.

Educación temprana

Los especialistas consideran que se debe poner especial atención a la educación a temprana edad y hay que recordar que a partir de 2002, conforme a la Ley General de Educación, es obligación del Estado hacer cumplir el derecho a la educación preescolar que tienen los niños de tres a cinco años.

El trabajo educativo a este nivel, afirman, es de gran importancia: los menores pueden potenciar sus habilidades y con ello optimizar su aprendizaje en los siguientes niveles escolares.

Al respecto, Dalila López, directora de Educación Comunitaria e Inclusión Social del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), expresa a Vértigo que a pesar de haber voces en contra sobre enseñar a los menores en preescolar a leer y escribir, es algo muy importante para el desarrollo y aprendizaje futuro.

“Si bien es cierto que no es suficiente el estar alfabetizado para aprender y seguir aprendiendo, debemos buscar en nuestro país que no solo se conozca el código escrito y se sepa su uso básico, sino que se usen para seguir desarrollándose y en adelante la niñez pueda participar de las discusiones de todos los días”, indica la especialista.

En el plano de la educación básica, apunta, debemos ir acercando a los estudiantes a usos no únicamente escolarizados del código escrito: “Necesitamos que vean que la escritura sirve para divertirse, para reflexionar, para enamorarse, para muchas otras cosas, y no solo para pasar los exámenes”.

En este sentido, datos de la Encuesta intercensal 2015 muestran que de los 6.5 millones de niñas y niños de tres a cinco años, 35.8% no asiste a la escuela, lo cual significa que al menos uno de cada tres menores en edad preescolar no están desarrollando sus habilidades escolares a este nivel, lo que puede repercutir en su aprendizaje y socialización futura.

“El no recibir la educación elemental para que la población adquiera la habilidad de la lectoescritura atenta contra su derecho y los efectos resultan negativos”, advierte López.

El INEGI señala también que se considera que a los ocho años los niños tienen que haber adquirido la habilidad de la lectura y la escritura, pero 1.8% de la población de 8 a 17 años no ha desarrollado esta habilidad y de ellos 37.6% no asiste a la escuela, por lo que resulta probable que no adquieran esta habilidad o la adquieran de manera tardía.

Atención integral

A pregunta expresa de Vértigo sobre lo que se debe hacer de manera inmediata para revertir los aspectos negativos en el educación, la senadora Martha Angélica Tagle dice que hace falta que tomen decisiones de personas que estén comprometidas para que realmente los recursos se destinen a donde se requieren, a los temas prioritarios: “Si yo tuviera que decidir cuáles son esos temas prioritarios, sin duda están en la educación y en la salud. Y son los dos rubros que deben atenderse de manera correcta y no solamente ver por intereses personales o de grupo”.

Agrega que también hay que reconocer que no toda la labor es del gobierno, sino que es necesaria la participación de la sociedad en su conjunto: “Soy una convencida de que si todas las personas, desde la parte que nos toca, hacemos lo que nos corresponde, las cosas serían diferentes”.

El senador Raúl Morón coincide al puntualizar que la familia es fundamental en la educación, pero es una tarea de todos: “También de los maestros, de la escuela, de todos los sectores de la sociedad. Los empresarios juegan un rol importantísimo. Los medios de comunicación, las iglesias… Todos jugamos un rol importante en el proceso de aprendizaje y el modelo educativo tiene que ubicar con claridad cuál es el papel de cada uno de los diferentes sectores de la sociedad”.