Ante el gasolinazo

La explosión de rabia popular fue impresionante

Sergio Sarmiento
Columnas
Reducen gastos en gabinete
Foto: NTX

Uno no sabe si reír o llorar. En un momento de repudio a la clase política por el aumento a la gasolina, los políticos ofrecen medidas de desagravio que son en algunos casos irrelevantes y en otros una burla.

El propio gobierno ha señalado que el aumento en la gasolina es producto del alza en el petróleo. Y tiene razón. Cuando se decidió la liberación de la gasolina se pensaba que el petróleo seguiría cayendo, por lo que la gasolina también bajaría. Solo que después de cuatro años de descensos la mezcla mexicana de exportación subió 69% en 2016. Si a esto se le añade un desplome del peso frente al dólar, divisa que sirve para cotizar el petróleo a nivel internacional, el resultado es un aumento todavía más fuerte en pesos.

En todos los países del mundo hubo alza en las gasolinas en 2016. En México se mantuvo el control de precios, pero cuando llegó el 1 de enero el gobierno ajustó todo lo que no había hecho durante el año. La explosión de rabia popular fue impresionante.

Ahora los políticos buscan desagraviar a la gente, pero únicamente logran enfurecerla más. No es tan fácil echar para atrás el aumento en las gasolinas, porque el gobierno depende de esos 280 mil millones de pesos del IEPS previstos para 2017, pero también porque dejar un precio inferior al de mercado implicaría otorgar un subsidio que resultaría costoso e injusto: 70% del subsidio a la gasolina favorece a 30% más rico de la población. Los mismos grupos políticos que exigen que se detenga el gasolinazo fueron los primeros en protestar cuando se redujo el gasto público para 2017.

Gestos

Hoy los políticos empiezan a ofrecer medidas de desagravio a la población. El presidente Enrique Peña Nieto ha ofrecido recortar en 10% el sueldo y las prestaciones de los altos funcionarios del gobierno, pero sin señalar que esto solo representaría un ahorro de 500 millones de pesos en el año, muy lejos de los 280 mil millones del IEPS sobre las gasolinas.

El jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Ángel Mancera, quien tanto se quejó porque le quitaron recursos del presupuesto federal, anunció que mil 500 autos de la ciudad tendrían una reducción de 20% en sus vales de gasolina y que condonaría el predial a jubilados y personas de la tercera edad. Pero si esos vehículos pueden quedarse sin mover un día a la semana, ¿tendrá sentido que reciban vales de gasolina el resto del tiempo? Y en cuanto a la decisión de condonar el predial, ¿por qué se queja el gobierno capitalino de que le recortan fondos federales cuando él mismo deja de cobrar lo que le corresponde?

El Instituto Nacional Electoral anunció que suspenderá la construcción de sus nuevos edificios y remodelación de los actuales. El proyecto tenía un costo de mil millones de pesos. A lo largo del año pasado, sin embargo, los consejeros del INE argumentaron que estas construcciones ahorrarían dinero en alquileres. Ahora hay que preguntarse si mintieron o si están cancelando un proyecto que ahorrará dinero a los contribuyentes.

Los políticos ofrecen gestos de solidaridad no porque realmente sean solidarios, sino porque quieren evitar la ira popular. Más sensato sería pensar en el largo plazo. El gobierno tiene que buscar un recorte en el gasto y en los impuestos, pero de fondo. El sector público tiene mucho de dónde cortar. No se trata de reducir lo irrelevante, sino los gastos realmente innecesarios.