La lona y la brocha

Entre la comunidad cultural el nombramiento de María Cristina García Cepeda al frente de la Secretaría de Cultura fue recibida con beneplácito 

Masha Zepeda
Columnas
EPOSICIÓN OTTO DIX
Foto: Cuartoscuro

Es difícil resumir en una cuartilla un año como el que acabamos de despedir, tan complicado y difícil, pero también muy productivo culturalmente hablando. Entremos en materia.

Alberto Castro Leñero fue justamente homenajeado en el Palacio de Bellas Artes por sus 60 años y por más de cuatro décadas ininterrumpidas dedicadas al arte visual desde todas sus trincheras: gráfica, dibujo, pintura, escultura y como docente, donde se reveló como un gran y querido maestro entre sus alumnos a nivel nacional.

El pintor Manuel Felguérez, el arquitecto Manuel Larrosa y el escultor Federico Silva fueron merecedores de la Medalla Bellas Artes 2016.

Los que se fueron: David Bowie, el arquitecto Teodoro González de León, la matemática y escultora Alba Rojo Cama, Rafael Ferragut, Luis González de Alba, Jorge Alberto Manrique y Rafael Tovar y de Teresa, quien fuera el primer secretario de Cultura en México, a quien le agradezco su lucidez para el desarrollo cultural en nuestro país gracias a su visión a largo plazo y entendimiento de las necesidades tanto del sector cultural como de su comunidad y el gran público.

Exposiciones: las más visitadas de Francisco Toledo, Remedios Varo y Otto Dix, en el Museo de Arte Moderno y el Munal.

Las muestras individuales que destacaron fueron las de Carlos Jurado, en el Centro de la Imagen; Reynaldo Velázquez, en el Museo del Chopo; Antonio Turok, en el Cecut; Eugenia Marcos, en el Centro Cultural Jaime Sabines de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; Flor Garduño, en San Diego; Vicente Rojo Cama, en la Estela Sonora de la Ciudad de México; Adolfo Best Maugard, en el Jardín Borda y posteriormente en el Palacio de Bellas Artes; Boris Viskin en el MAM; los rescates de José García Narezo en el Museo Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, y de Santiago Hernández en el Museo del Estanquillo.

Albricias

El diálogo entre Picasso y Diego Rivera, que primero se presentó en Los Ángeles y está por llegar a la Ciudad de México, es una de las más interesantes apuestas para estudiar la grandeza, aportes y coincidencias de estos dos grandes artistas del siglo XX, que trascendieron más allá de su tiempo y sus fronteras.

La gran noticia: la decisión de que la obra de Rufino Tamayo —uno de nuestros pilares—, así como la colección personal que donó al pueblo mexicano, se mantengan permanentemente expuestas en el Museo de Arte Internacional, fundado por el propio pintor y que lleva su nombre.

Entre la comunidad cultural el nombramiento de María Cristina García Cepeda al frente de la Secretaría de Cultura fue recibida con beneplácito y genuina alegría, al saber que Maraki respeta el diálogo con los creadores, sabe escuchar y busca darle espacio digno a todas las diferentes corrientes que se mueven en el complejo mundo del arte. ¡Enhorabuena!

La Lona y la Brocha de Oro: para la muestra de Otto Dix en el Museo Nacional de Arte.