Mujeres y cambio climático

El riesgo de muerte para las mujeres es 14 veces mayor que para los hombres ante desastres naturales

Martha Mejía
Todo menos politica
Mujeres y cambio climático
Foto: AP

De acuerdo con los especialistas, el mundo no cumplirá sus aspiraciones del Objetivo de Desarrollo del Milenio si no cierra la brecha de género, causante de una gran marginación social, económica y política: la lucha contra el cambio climático, por ejemplo, supone también luchar por los derechos y la igualdad de las mujeres.

Sencillamente, dicen los expertos, se trata de la consecuencia inevitable del hecho de que el cambio climático afecta de manera desproporcionada a los que menos tienen y a los más vulnerables, que son mayoritariamente mujeres.

Durante el seminario Construyendo el futuro: desarrollo sostenible e igualdad de género, se afirmó que por ello las mujeres deben ser parte de la solución: es decir, deben acceder a los procesos de toma de decisiones, a las políticas de mitigación, adaptación, financiamiento y de transferencia tecnológica.

“La posición de las mujeres como cuidadoras y proveedoras de alimento, agua y combustible en muchas comunidades pobres, ponen además a la mujer en la primera línea de la lucha contra el cambio”, indica en este sentido Martha Ruiz Corzo, directora del Grupo Ecológico Sierra Gorda.

Vulnerabilidad

El análisis de las cuestiones de género es algo relativamente nuevo en el estudio del cambio climático, pero parece haber consenso en torno de que este afecta de manera desproporcionada a las mujeres: 70% de las personas pobres a nivel mundial son mujeres.

Además, en países pobres las tareas de búsqueda de agua, cultivo de alimentos, cocina, recolección de biomasa, cuidado de niños y enfermos recaen mayoritariamente en la mujer: todas estas tareas se verán dificultadas por el cambio climático.

Por ejemplo, en Bangladesh las mujeres no aprenden a nadar y, además, en general son las que cuidan a los niños y a las personas enfermas que tampoco saben o pueden nadar, lo cual se traduce en que ante algún desastre natural el riesgo de muerte para las mujeres es 14 veces mayor que para los hombres.

El género, la edad, el nivel socioeconómico, la educación, el poder, el acceso a recursos financieros y naturales son algunas de las variables fundamentales que determinan la vulnerabilidad de los individuos al cambio climático y a otros desastres naturales.

Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) la vulnerabilidad de las mujeres frente al cambio climático es resultado de la pobreza. También es consecuencia de las pautas y normas socioculturales que en ciertos países limitan el acceso de la mujer a la educación y a los procesos de protección frente al cambio climático.

Por último, el acceso desigual de la mujer a los procesos de decisión en materia climática, política y económica también tiene como resultado que no se tengan en cuenta de manera sistemática las necesidades y puntos de vista de la mujer en la lucha contra el calentamiento global.

Empoderamiento

Durante su visita a México para tomar parte en el seminario, Tarja Halonen, ex presidenta de Finlandia y primera mujer jefa de Estado en ese país nórdico, compartió que su nación fue una de las primeras en reconocer el derecho al voto y actualmente 42% de las bancas parlamentarias son ocupadas por mujeres, mientras que 36% corresponde a ministras de gobierno.

“Las finlandesas fueron las primeras en Europa en obtener el pleno derecho político y desde el principio se involucraron en la construcción de una sociedad de bienestar. El firme compromiso con la igualdad de género ha llevado a incorporar la perspectiva de género en todos los sectores políticos. La igualdad de género sigue desempeñando un papel destacado en la competitividad internacional de Finlandia. Los países hacen mejores cosas cuando aprovechan el talento de toda su gente (mujeres y hombres)”, dijo.

Los expertos añaden que en lo relativo a las necesidades, tanto en el ámbito de la mitigación como en el de la adaptación, se debe analizar el impacto del cambio climático en la mujer en materia de seguridad alimentaria, biodiversidad, acceso a los recursos hídricos o la salud, entre otros.

De hecho, de acuerdo al PNUD en aquellos casos en los que la mujer participa activamente en los sistemas de alerta temprana y en los programas de reconstrucción de las comunidades tras desastres naturales, las comunidades previenen dichos desastres y se recuperan mejor de sus consecuencias.

En opinión de Lorena Aguilar, asesora en género de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), en el ámbito de la financiación climática se pide que se tengan en cuenta tanto las necesidades de financiación de la mujer como los criterios de asignación de fondos propuestos por mujeres, especialmente para proyectos locales.

En lo relativo a los desarrollos tecnológicos las especialistas coinciden en que se integre el conocimiento de la mujer, de las poblaciones indígenas y de sus prácticas tradicionales para un mejor uso de recursos naturales. Además, se solicita el acceso equitativo a los programas de formación y uso de la tecnología.

“De donde yo vengo (Sierra Gorda en Querétaro), un poco de dinero en las manos de las mujeres cambia totalmente no solo su realidad sino la de toda su familia, de toda la comunidad. No estoy hablando de estufas ecológicas o pagos por servicios ambientales, hablo de todo un modelo de conservación de la naturaleza donde las mujeres y los hombres defiendan y cuiden el lugar que habitan”, expresa Martha Ruiz Corzo.

En opinión de Antonio Molpeceres, coordinador residente de Naciones Unidas, los procesos de toma de decisiones en relación con el cambio climático, tanto a nivel nacional como internacional, siguen siendo protagonizados mayoritariamente por hombres. No obstante, cada día las mujeres desde diversos ámbitos llevan un peso más significativo en la prevención y lucha contra el cambio climático.

Por su parte, la representante de ONU Mujeres México, Ana Güezmes García, comenta que: “Según los datos de Naciones Unidas iniciamos este año con solo 16 países de 193 presididos por una mujer”. La experiencia de Finlandia evidencia que la igualdad de género siempre reditúa en mejores condiciones de vida.

En este sentido, Tarja Halonen señala que empoderar a las mujeres genera un mejor mundo para todos y todas: “Finlandia es un excelente ejemplo de esto. Nos encontramos, por lo tanto, ante una oportunidad histórica y sin precedente para convocar a los tomadores de decisiones a compartir buenas prácticas, a tomar ejemplo de países líderes en estos temas, así como a implementar las leyes existentes para el logro de la igualdad”.