Bienvenidos a la máquina

El 85% de la perdida de empleos en EU se debe a cambios tecnológicos

Juan Pablo Delgado
Columnas
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Foto: Sergey Soldatov

El liberalismo agoniza. Y a estas alturas del juego ya todos conocemos a los espectros que lo acechan, lo erosionan y lo consumen: la irresponsabilidad de Trump, el nativismo de Farage, la xenofobia de Le Pen, el racismo de Wilders, el militarismo de Putin...

Las causas que llevan a la sociedad a energizar a estos personajes son múltiples: sí es en parte racismo, sí es en parte xenofobia, sí es en parte desconfianza hacia el sistema político... Pero quizá los factores económicos sean la piedra fundacional: no solo hablamos de la paupérrima recuperación económica tras la calamitosa crisis de 2008, sino del temor que causa la globalización y la dislocación de los empleos a nivel mundial.

Pero los fantasmas que todos temen son inexistentes en su mayoría. Porque aun cuando se encaucen los miedos hacia México, China o los migrantes, en ninguno de estos lugares está la respuesta.

¿Qué es lo que sucede?

Simple y llanamente, que el capitalismo ha optado por las máquinas sobre los trabajadores. El Center for Business and Economic Research señala que entre 2000 y 2010 Estados Unidos perdió 5.6 millones de empleos manufactureros, pero 85% de estas pérdidas son atribuibles a los cambios en la tecnología —particularmente la automatización— y no al comercio internacional, migrantes o cualquier otra excusa populista.

Con el problema detectado podría creerse —de manera incorrecta— que existen soluciones simples.

Pero la realidad es distinta, y todo indica que este problema empeorará en el futuro. Si hasta ahora la automatización ha sido la principal causa de la desaparición de empleos —y por consiguiente de la creación de fuerzas sociales que perturban la salud de las democracias liberales—, ¿qué sucederá cuando la automatización se vuelva exponencial a causa de la inteligencia artificial?

IA

Un informe del McKinsey Global Institute (2017) señala que tan solo en México más de 25 millones de empleos podrían ser sustituidos por robots en las próximas décadas, cifra que representa 52% de los empleos totales; en Estados Unidos, 60 millones de empleos (45%); en Japón, 35.6 millones (55.7%); en Brasil, 53.7 millones (50%), y así sucesivamente.

Las voces moderadas pedirán calma y McKinsey les da algo de razón: la masacre de empleo sucederá en el mediano plazo, quizá para 2035 o 2055, indican.

Los cínicos podrán decir que los empleos que se pierden no afectarán a las humanidades o las ciencias sociales, áreas del conocimiento que requieren creatividad, imaginación y racionalidad humana. Pero recordemos que hace dos meses la inteligencia artificial (IA) de Google Translate logró dominar el lenguaje humano en decenas de idiomas, haciendo a los traductores e intérpretes algo prácticamente obsoleto. Cuando una máquina domina el lenguaje, ya nada parece estar seguro.

Mi pesimismo me dice que debemos prepararnos no solamente para perder nuestros empleos, sino para enfrentar además el cataclismo social causado por la irrupción de la IA. Si la entrada de Uber causó protestas en múltiples ciudades, ¿se imaginan qué pasará cuando todo el servicio de transporte prescinda de millones de conductores humanos?

Al no haber respuesta a la vista, solo queda remitirnos a esa gran canción de Pink Floyd, aquella que lleva por título: Welcome to the machine.