Implantes cocleares, alternativa ante pérdida auditiva

El implante coclear obvia los vellos diminutos que ya no funcionan y permite al cerebro percibir los sonidos nuevamente  

Redacción
Todo menos politica
Problemas auditivos
Foto: Alexander Raths

En la década de los 80, los trasplantes cocleares sólo se utilizaban para las personas que habían perdido la audición por completo, sin embargo, investigaciones recientes demostraron que también funcionan a las personas que escuchan un poco.

De acuerdo con un comunicado del Instituto Mayo Clinic, especialistas indicaron que trasplantes de este tipo también benefician a quienes tienen dificultad en entender lo que se dice en situaciones cotidianas pese a los audífonos.

El otorrinolaringólogo de ese instituto, Matthew Carlson, explicó que en la mayoría de las personas con pérdida auditiva, los vellos de la cóclea están dañados o ausentes, por lo general debido a la edad, a la exposición a ruidos altos o a motivos genéticos.

“Eso significa que las señales eléctricas no se transmiten bien al cerebro y, como resultado, se pierde la audición. El implante coclear obvia los vellos diminutos que ya no funcionan y permite al cerebro percibir los sonidos nuevamente”, destacó.

Por tanto, dijo que el implante se compone de dos piezas: un procesador externo que encaja dentro de la oreja y un receptor interno que se coloca debajo de la piel detrás de ese órgano.

El especialista describió que el procesador captura y procesa las señales sonoras y luego las envía al receptor que, a su vez, manda las señales a unos diminutos electrodos colocados de forma directa en la cóclea durante la implantación del dispositivo.

El nervio auditivo recibe esas señales y las dirige al cerebro, donde se interpretan como sonidos; todos los componentes del implante coclear son pequeños y el procesador que encaja dentro de la oreja se parece a un audífono.

Carlson precisó que la colocación del implante coclear requiere de un procedimiento quirúrgico ambulatorio y corto, en el que se hace una incisión detrás de la oreja para introducir el dispositivo.

“En la mayoría de las personas, la cirugía ocasiona muy pocas molestias y el riesgo general es bajo. El dispositivo por lo general se enciende varias semanas después de la cirugía y después de hacerlo, la persona logra escuchar, aunque la audición continúa mejorando durante los siguientes seis a doce meses”, comentó.

El otorrinolaringólogo añadió que sólo médicos profesionales en la pérdida de audición pueden evaluar cada caso y determinar si el paciente es buen candidato para un implante coclear.