Día Mundial de la Endometriosis

Según la Organización Mundial de la Salud, 10% de las mujeres padece endometriosis  

Redacción
Todo menos politica
Endometriosis
Foto: Csaba Del

La endometriosis es una enfermedad tan dolorosa como desconocida. Afecta a millones de mujeres en todo el mundo —se calcula que una de cada diez sufre sus síntomas— y es una de las principales causas de infertilidad. Se da ante la presencia de endometrio fuera de la cavidad endometrial y se caracteriza por producir fuertes dolores durante la menstruación o dolor pélvico crónico, que puede llegar a ser incapacitante.

La medicina reproductiva puede aportar a estas mujeres una solución adecuada y con altas tasas de éxito a sus problemas de fertilidad. La vitrificación de ovocitos supone la mayor garantía de cara a poder cumplir su sueño de ser madres en el futuro, también para aquellas que han de someterse a una cirugía que pueda comprometer su fertilidad, o para quienes, simplemente, desean posponer la maternidad.

Para Juan Antonio García Velasco, director de la clínica IVI Madrid, dijo que en la actualidad el enfoque clínico respecto de esta enfermedad está cambiando: “No ha habido ningún avance en el tratamiento de la endometriosis en los últimos 20 años, sigue sin haber cura. La diferencia es que ahora el diagnóstico e inicio del tratamiento son más pragmáticos y eso ayuda a mejorar la calidad de vida de quienes tienen endometriosis”.

“Antes podían pasar hasta seis años para que a una mujer se le detectara y diagnosticara la enfermedad y muy pocos doctores la trataban”, aseguró García Velasco.

De hecho, la edad media a la que se detecta esta enfermedad es a los 27 años y se calcula que 70% de las mujeres con esta condición recibieron anteriormente un diagnóstico erróneo. La falta de información, junto con la ausencia de concienciación social sobre este problema, provoca que muchas de estas mujeres se sientan solas e incomprendidas ante el dolor.

García Velasco expuso que “existen pocos doctores especializados en el tratamiento quirúrgico de estas pacientes. Muchas mujeres, por miedo al quirófano, controlan el dolor con medicación pero a veces la mejor opción es una cirugía correctamente realizada”.

En este sentido, aseguró que “lo ideal es que se creen centros de referencia para esta enfermedad, donde se cuente con buenos radiólogos que detecten la enfermedad, excelentes cirujanos que puedan hacer las intervenciones, y un grupo de sicólogos que ayuden a las pacientes con el dolor y mejoren su calidad de vida”.