A propósito de la sentencia emitida por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano contra la Asamblea Nacional (AN), de mayoría opositora, que formaliza la disolución del Parlamento electo por voto popular en 2015, resulta prudente recordar las palabras del ex mandatario Hugo Chávez en 2010, cuando la realidad parlamentaria era otra.
“Siendo minoría quieren ahora disolver la Asamblea Nacional, porque es la única forma. La única forma en que la AN no pueda legislar es que se disuelva. Es lo que están planteando, están planteando un golpe de Estado”, expresó el fallecido presidente durante un encuentro con diputados en septiembre de 2010.
Lo insólito de esto, es que actualmente, debido a la sentencia emitida por el TSJ de asumir los poderes del Parlamento, la comunidad nacional e internacional declaró esta actuación del Supremo venezolano como un “golpe de Estado”.
Chávez advertía en aquel entonces —como si se tratase de una premonición— lo que su sucesor Nicolás Maduro aplica en la actualidad.
El cuestionado “Madurazo”, dictado por parte del máximo ente judicial deja en evidencia no solo el ataque descarado contra la democracia en Venezuela, sino también el incumplimiento por parte del gobierno con sus “propios ideales”.