La conspiración de los pocos

“Todo gobierno es una conspiración de los pocos contra los muchos”

Guillermo Fárber
Columnas
Hueconomía Farber 840

Leo este texto de Semana Santa de Bill Bonner. Considero que Bonner sabe pensar y sabe cómo funciona el mundo real. Es crítico de Trump, de Hillary y del deep state, instancia todopoderosa no elegida por nadie pero que domina a los que creen que mandan y se alimenta, como el parásito que es, de todos nosotros.

Resumo:

“Todo gobierno es una conspiración de los pocos contra los muchos. Puede llamarse comunismo, socialismo, o liberalismo, ‘derecho divino’, ‘dictadura del proletariado’ o ‘make America great again’: no importa. El programa es el mismo: los de adentro usan el gobierno para chupar poder, estatus y dinero de la gran masa de los de afuera. La diferencia clave entre los de adentro y los de afuera es cómo hacen sus negocios. La gente común hace tratos de ganar-ganar con otros, para ganarse la vida lo mejor posible. Los de adentro hacen tratos de ganar-perder: contratos amañados, impuestos, guerras, confiscación de bienes, represión financiera, tasas de interés artificiales, restricciones y regulaciones que favorecen a sus industrias”.

“Cuando dos personas hacen un trato en la economía real cada participante espera salir ganando. De otro modo no haría el trato. Pero cuando el gobierno federal pone un nuevo impuesto, arroja una bomba o hace una regulación está forzando un mal trato sobre la gente. El fabricante de la bomba gana una utilidad, pero la gente sobre la que cae no tiene más remedio que soportarla. Ganar-perder. La bomba toma tiempo y recursos para fabricarse, destruyendo riqueza que podría servir para otras cosas. Y cuando estalla, destruye aún más riqueza. El hombre civilizado de la economía real es un hacedor. Tiene que dar para poder recibir. A su jefe o a su cliente los tiene que satisfacer, o no obtiene nada”.

Dar y recibir

“El de adentro solo recibe. Podrá esforzarse de sol a sol, pero eso es irrelevante. Gana dinero aunque no haga algo útil. Trump tenía razón: para hacer a EU grande otra vez hay que ‘drenar el pantano’ de tantos tratos ganar-perder que imponen los de adentro. Pero ahora que vemos a Trump trabajar con los de adentro en vez de en su contra (echando agua al pantano en vez de sacarla), podemos vislumbrar qué ocurrirá. Los federales controlan el sistema y los de adentro controlan a los federales. Son como garrapatas. En conjunto saben que si siguen chupando la sangre del perro lo harán caer muerto y tendrán que buscar una nueva víctima. Pero individualmente nadie tiene el incentivo de dejar de chupar. Toman, toman, toman… hasta que algo cede”.

“La mayor revolución en la historia humana ocurrió hace dos milenios. Jesús fue crucificado. Ello marcó la transición del Antiguo Testamento al Nuevo Testamento, y de los tratos ganar-perder de la antigüedad a los tratos ganar-ganar del moderno capitalismo y sus consensos”.

Hoy, lamentablemente, el Trump de 2013 se opone a todo lo que hace el Trump de 2017.