¿Y quieren más?

Hay una tendencia que de ser cierta, garantizaría el colapso de EU

Guillermo Fárber
Columnas
Hueconomía 841
Foto:Mesut Dogar

Simon Black nos señala una curiosa tendencia social que, de ser cierta, garantizaría el colapso de Estados Unidos (si falta hiciera una evidencia adicional). Cita Black una encuesta reciente de la cadena NBC News y el periódico Wall Street Journal. Aunque sospecho de su veracidad, el dato es interesante de todos modos, tanto si es fabricado como si es verdadero: o indica una creciente desesperación de la cúpula (para recurrir a esta oootra estratagema desinformativa), o refleja un auténtico giro de la sociedad más libertaria-individualista de la historia hacia una inédita actitud borreguil-colectivista-estatista. O sea, de una mentalidad yanqui-ganadora a una soviética-perdedora.

En esa encuesta, supuestamente 57% de gringos respondió que quieren MÁS gobierno en sus vidas y que el gobierno debería estar haciendo más para resolver los problemas del pueblo. Ese 57% es el porcentaje más alto jamás obtenido desde que esas dos fuentes comenzaron a plantear esa pregunta en 1995 y es más del doble del porcentaje obtenido en esos años. Peor aún, el porcentaje de quienes estuvieron en la actitud opuesta y opinaron que el gobierno ya está haciendo demasiado e invade terrenos que debería quedar para la iniciativa privada individual cayó a un nivel también inédito de 39 por ciento.

En síntesis: según esto el pueblo gringo quiere más gobierno. Repito que dudo seriamente de esta conclusión a modo. Pero aceptémosla sin conceder. Para empezar, tal pretensión es imposible, además de que no puede ser porque el gobierno federal de por sí ya gasta casi el total de su recaudación impositiva en renglones obligatorios del presupuesto, como el seguro social e intereses sobre la deuda. Pueden cortar prácticamente todo los egresos dedicados a “gobernar” (desde parques nacionales hasta Defensa, etcétera) sin hacerle ni una muesca al gigantesco déficit federal ni pagar un solo centavo de la deuda nacional.

De onde haiga

De acuerdo con los propios estados financieros del gobierno gringo, su resultado del año fiscal 2016 fue una pérdida de 1.05 anglotrillones de dólares. Y eso que 2016 fue un año sin sobresaltos mayores como una guerra mundial, una reestructuración masiva de la infraestructura nacional o una crisis económica severa. Nada de ellos, simplemente business as usual. ¡Y de todas maneras perdieron más de un anglotrillón! ¿De dónde saldría el dinero para crear todavía más dependencias, funciones, burócratas? ¿Todavía más deuda, si ya nadie la compra, salvo la propia Fed?

El rollo usual es subirle los impuestos a “los ricos”. Pero la historia nos muestra cuál es la realidad. Subir impuestos no necesariamente aumenta la recaudación fiscal. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial la tajada del gobierno en el PIB ha sido 17%, aunque en estos 70 años las tasas impositivas han subido o bajado notablemente. Por ejemplo, en 1963 la tasa marginal más alta para individuos excedió 90% y la participación gubernamental en el PIB ese año fue de 16.7%. En 1988 Reagan bajó la tasa a 28% y la proporción fue similar: 17.3% del PIB.