La solitaria muerte de soldados mexicanos

Se enfrentan acciones contra infraestructura del Estada y de integrantes del Ejército. 

Javier Oliva Posada
Columnas
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Foto: Notimex

En esta ocasión no se trata de un capítulo más de la actividad criminal y de amedrentamiento contra la sociedad en su conjunto: se trata de acciones contra la infraestructura crítica del Estado y de un atentado, en toda la regla, contra integrantes del Ejército.

La sustracción ilegal de gasolina de los ductos de la empresa paraestatal se calcula, entre 2009 y 2016, en 14 mil millones de litros.

Esto ha implicado, tan solo en el gobierno de Enrique Peña Nieto, una pérdida de alrededor de 100 mil millones de pesos. La Secretaría de Hacienda reporta que al año las pérdidas van de los 15 a los 20 mil millones de pesos anuales.

Puebla ha reportado también un crecimiento exponencial de las tomas ilegales: de 2012 se tienen datos de 211 tomas, mientras que en 2016 llegaron a mil 533.

Sin embargo, la cuestión —además del grave impacto negativo a las finanzas del país— a plantearse con mayor preocupación es la capacidad de fuego de las organizaciones criminales, como la demostrada el pasado 5 de mayo en la localidad de El Palmarito de esa entidad: de nueva cuenta, como sucedió con el asesinato de cinco integrantes del Ejército el 8 de septiembre en Culiacán, ahora fueron acribillados cuatro soldados y otros cinco heridos en dos enfrentamientos, lo que movió y motivó la atención de las autoridades locales y federales frente a la gravedad de la situación.

Asimismo, quedó en flagrante evidencia la incapacidad e irresponsabilidad del Poder Legislativo para lograr los acuerdos necesarios y promulgar una Ley de Seguridad Interior que, sin duda, no saldrá en lo que queda del sexenio.

Dimensión

Pero me parece que la gravedad del problema no ha sido dimensionada en cuanto a las implicaciones que tiene un delito de semejante magnitud, sobre todo por las evidencias de una fuerte extensión del crimen organizado, en un delito que requiere cierta capacidad tecnológica y de información especializada.

Por otra parte, y también de suma importancia, está la disposición de abundante armamento de alto poder, la participación de una cantidad importante de delincuentes, así como la muy delicada colaboración de la sociedad local en modalidades que van del espionaje a la abierta complicidad. Se sabe que el argumento utilizado por los criminales para persuadir (cuando no es por medio de la violencia) a los habitantes es que los ductos pasan por sus tierras y, por lo tanto, merecen obtener algún beneficio.

Así, por primera vez, nos encontramos ante una actividad delincuencial que pretende tener base social más allá de la mera conveniencia-miedo para cultivar, producir, almacenar o vender enervantes: se trataría de crear una verdadera base social, con una reivindicación específica ante sus condiciones perennes de pobreza.

En este contexto las funciones extraordinarias de las Fuerzas Armadas en México se siguen extendiendo sin que haya, además de discursos, auténticas medidas de apoyo (legales y presupuestales) a su crucial labor.

Por último, hay que anotar que la reforma estructural energética ha sido una de las dos más importantes junto con la educativa: ¿qué opinión y reacción pueden tener futuros inversionistas internacionales en el sector energético ante una situación como la aquí descrita? De mi parte: honor y gratitud a la mem