Avances en la creación de sangre artificial

El primer paso a la creación de las primeras fábricas de sangre personalizadas, que podrán ser usadas para  transfusiones

Redacción
Todo menos politica
Fábricas de sangre
Foto: Piepraisaeng

Contar con la sangre suficiente para realizar los procedimientos quirúrgicos sin el temor de quedarse sin el oro rojo resultaba una quimera. Además, la sangre no se puede conservar por mucho tiempo, ya que caduca a los 42 días de su extracción y se utiliza en todo momento. Hoy se publican dos estudios en la Revista Nature que pueden cambiar el panorama.

Se trata dos grupos de científicos que han convertido células de un tejido tan fácil de conseguir como los vasos sanguíneos en las codiciadas células sanguíneas. La ciencia dio un doble paso al frente hacia la creación de las primeras fábricas de sangre personalizadas, que podrán ser usadas para las transfusiones, el estudio de leucemias y la experimentación de nuevas terapias.

El primero fue dado por investigadores del Boston Children’s Hospital, que en Nature publicaron la receta con la cual lograron obtener un mix de células estaminales y madres capaces de formar los diversos tipos de células de la sangre humana.

El segundo paso fue a su vez dado por expertos de la Cornell University de Nueva York, que también en Nature demostraron haber obtenido resultados similares con una protocolo diferente basado en células de ratones.


En ambos casos los laboratorios usaron procedimientos que permitieron en, un cierto sentido, educar a las células estaminales.

En el primer estudio los investigadores de Boston, guiados por Ryohichi Sugimura y George Q. Daley, usaron como materia prima células estaminales humanas pluripotentes.

Estas son capaces de generar todos los tipos de células presentes en el organismo adulto. Expuestas a un cocktail de sustancias químicas, las células dieron origen a un tejido embrionario que fue después reprogramado genéticamente para producir las estaminales de la sangre.

Una vez transplantados en ratones, el tejido se arraigó y comenzó a diferenciarse. A distancia de pocas semanas, en el organismo de algunos ratones circulaban células de sangre humanas. Las mismas células fueron observadas en la médula ósea.

En el segundo estudio, coordinado por Shahin Rafii, de la Cornell University, fueron usadas cédulas adultas que revisten las paredes de los vasos sanguíneos en topos.

Luego fueron reprogramadas genéticamente para adquirir las mismas propiedades de las células estaminales de la sangre una vez puestas en el ambiente justo para su maduración.

Contar con sangre artificial a partir de células del propio paciente cambiaría radicalmente el tratamiento de algunas enfermedades, como leucemia, anemia de células falciformes o VIH. También se podría usar para entender el efecto de algunos fármacos.