¿En qué piensas cuando dices “el capital”? ¿En dinero en el banco o en la bolsa de valores, en fierros en una fábrica...? Bueno, el capital es eso, pero es mucho más que eso. Los permaculturistas han identificado ocho formas del capital que tú debes acumular, contabilizar y cuidar a fin de acceder a una verdadera resiliencia para cuando la necesites en el caso del colapso generalizado que los catastrofistas llevamos años pronosticando y ahora vemos cada día más cercano.
Resiliencia es “la capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a situaciones adversas: buen desarrollo a pesar de alto riesgo social; mantención de las competencias pese al estrés continuo, y recuperación después del trauma”.
¿Y qué trauma mayor que el de sufrir el colapso más grande que la humanidad ha padecido en su historia (desde el diluvio universal, al menos)?
Las ocho formas
El tema es vasto, pero encuentro un buen resumen en http://www.econocaos.com/2850/las-8-formas-de-capital.
Capital financiero Dinero, moneda, valores de bolsa, y demás instrumentos del sistema financiero que nos sirven para el intercambio de bienes y servicios.
Capital vivo En vez de unidades monetarias, mide tu fortuna en onzas de oro y plata, metros de terreno cultivable, disponibilidad de agua potable, cabezas de ganado, etcétera. El movimiento de Slow money (Dinero lento) ha tomado grandes pasos en una dirección similar, buscando la transferencia de capital financiero a los sistemas vivos de suelo, animales y agricultura.
Capital social “Influencia y conexiones son capital social. Una persona o entidad con ‘buen capital social’ puede pedir favores, influir decisiones, y comunicarse de manera eficiente. El capital social es de suma importancia en la política, los negocios, y organización de la comunidad… una persona puede ‘deber’ favores o influencia en toma de decisiones a otra persona o entidad”.
Capital material Objetos físicos no vivientes son capital material. Materias primas y recursos procesados como piedra, metal, madera, combustibles fósiles se “acomplejan” los unos con los otros para crear materiales o estructuras más sofisticados: edificios, puentes, otra infraestructura, herramientas, computadoras y tecnologías.
Capital intelectual Se define como la suma de conocimiento y experiencia, “ir a la universidad es primordialmente un intercambio de capital financiero por intelectual”.
Capital temporal El tiempo con el que se cuenta.
Capital espiritual Es el que formas cuando practicas el desarrollo interior, tu religión y otras formas de conexión entre el ser y el Universo. Contiene aspectos de capitales intelectual y de experiencia, pero es más profundo, más personal y menos cuantificable. El budismo hasta cuenta con su propia moneda espiritual: el karma.
Capital cultural Este solo puede ser acumulado por una comunidad, no por individuos. El capital cultural describe los procesos internos y externos de una comunidad: obras de arte y teatro, las canciones que los niños aprenden, los rituales para celebrar las cosechas, los días festivos, etcétera.