Implicaciones del atentado en Manchester

Los actos terroristas en Europa están generando cambios políticos y sociales en el continente.  

Javier Oliva Posada
Columnas
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Foto:City Council

La temible ola de atentados y actos terroristas en varios países de Europa viene generando un cambio notable en las perspectivas de los sistemas sociales y políticos en esa parte del mundo, por supuesto, pero también en Estados Unidos, Rusia, África, Asia y Latinoamérica.

Al profundizar en los estudios sobre causas, organizaciones y expresiones del terrorismo cada dato comprobado por las autoridades aporta invaluables elementos de análisis para su conocimiento, pero sobre todo para su prevención y anulación.

Por ejemplo, el atentado del lunes 22 en una sala de conciertos y espectáculos en Manchester, Inglaterra, al igual que el atentado en la sala Bataclan de París en 2015, fue un acto terrorista cometido en la presentación de artistas procedentes de Estados Unidos. En Francia se trató de un grupo de rock y en el Reino Unido de una cantante juvenil. No es por supuesto una tendencia, pero sí se trata de una variable que no debe dejarse de lado, como tampoco aceptar la propaganda de líderes de grupos extremistas en el sentido de que son “lobos solitarios” los que cometen ataques abiertos a la población indefensa en varias partes de Europa.

En la mayor parte de los casos, si bien es cierto que el ejecutor es uno solo, este cuenta con la complicidad y apoyo logístico de grupos, como sucedió en los hechos de Manchester, donde hasta el momento hay cuatro sospechosos detenidos.

De tal forma que en la proporción de los participantes la hipótesis de un terrorista solitario y radicalizado es más producto de invenciones que de la realidad macabra de los hechos.

También debemos atender a las edades de los perpetradores del caso inglés: ninguno rebasa los 30 años y es posible que, incluyendo al suicida de la sala de conciertos, hayan estado en meses recientes en Libia y Siria.

Marginación

Otro dato importante es que el perpetrador del asesinato en la sala de conciertos de Manchester era nacido y crecido en esa misma ciudad. Hijo de un matrimonio que huyó de la dictadura de Muammar Kadafi, mismo que procuró darle educación y estilo de vida propio a sus costumbres a sus tres hijos.

¿Qué fue entonces lo que llevó a un joven de 22 años a cometer un acto tan cruel como inexplicable?

Las políticas de integración, por ejemplo, en el Reino Unido o en cualquier otra parte de Europa, deben ser revisadas y ajustadas a la brevedad. La marginación es sin duda una forma explícita de exclusión. Allí están los perfiles de los terroristas en Francia, Bélgica y Alemania. De nueva cuenta, la juventud se suma a la procedencia desde países agobiados por guerras y violencia endémicas como Siria, Irak, Afganistán, Somalia y Libia, principalmente.

Aún faltan muchos datos y condiciones respecto de la tragedia en Manchester. Pero lo cierto es que las medidas de restricción al tránsito y vigilancia terminan por afectar de forma directa las libertades que la democracia tiene como valores fundamentales.