De vedas y secas

Los artículos sexto y séptimo de la Constitución deben garantizar la libertad de expresión, pero legisladores y tribunales aplican la censura

Sergio Sarmiento
Columnas
Ley seca
Foto: CO

La clase política mexicana vive de los recursos de los contribuyentes, obtiene de los ciudadanos los votos que le permiten su existencia y privilegios, y afirma que representa a los mexicanos. Al mismo tiempo, los políticos actúan como si los ciudadanos fueran tontos o irresponsables. Por eso establecen tantas restricciones a las libertades individuales. Según ellos, los ciudadanos mexicanos mandan, pero no tanto para que puedan decidir por sí mismos.

Esto lo vemos en el llamado periodo de reflexión o veda antes de las elecciones. En el momento en que escribo estas líneas hay una prohibición a la realización de campañas o la emisión de información política por parte de candidatos o partidos políticos. Se prohíbe también la difusión de resultados de encuestas electorales, aunque estas se hayan levantado previamente.

Los políticos buscan presentarnos este momento como un gesto de generosidad a los ciudadanos que busca darnos tiempo de pensar sin distracciones sobre el sentido de nuestro voto. En realidad, se trata de una mordaza que impide al ciudadano tener un mayor conocimiento de las propuestas de los candidatos. La prohibición a la divulgación de encuestas no impide que los partidos o los grupos que pueden pagar sondeos los manden hacer y tengan toda la información, pero ese mismo conocimiento se le niega a la gente común y corriente que se informa a través de los medios de comunicación. Es el razonamiento típico de nuestra clase política que castiga a los ciudadanos.

Es verdad que algunos países tienen un periodo de silencio político, pero no todos. En Estados Unidos la primera enmienda de la Constitución garantiza la libertad de expresión e impide que se puedan hacer leyes que limiten la información. En un país de libertades no es función del gobierno decidir cómo y cuándo pueden informarse los ciudadanos. En México los artículos sexto y séptimo de la Constitución también deberían garantizar la libertad de expresión, pero los legisladores y tribunales encuentran siempre razones para aplicar la censura. Para nuestros políticos los ciudadanos no tienen la madurez para escuchar información política antes de una votación.

Ellos saben

La misma actitud de desprecio a los ciudadanos la vemos en la “ley seca”, la prohibición a la venta de bebidas alcohólicas, que ha sido restablecida en los procesos electorales.

Antes era una cuestión de usos y costumbres que venían de los tiempos previos a la democracia. Sin embargo, al inicio de nuestra democracia tuvimos comicios sin prohibiciones de bebidas alcohólicas sin que se registrara ningún problema.

A la clase política, sin embargo, poco le ha importado, ya que tampoco en este tema les tiene confianza a los ciudadanos. En el Estado de México se ha establecido una ley seca total, sin exentar como en el pasado a los Pueblos Mágicos que son de importancia turística. Este fin de semana sufrirán la ley seca no solo el Estado de México sino además Coahuila, Nayarit y Veracruz, que también tienen comicios.

El tema de fondo es que los políticos mexicanos siempre consideran que los ciudadanos no tienen la madurez para tomar decisiones por sí mismos. No se les puede tener confianza para recibir información política o de encuestas antes de las elecciones. Tampoco se les puede permitir comprar bebidas alcohólicas. Pero no hay que preocuparse. Para eso están los políticos… que saben mejor que los ciudadanos lo que a estos les conviene.