Seis personas murieron en el incendio de la Grenfell Tower, confirmó la policía de Londres, pero “este número probablemente aumentará durante la compleja operación de recuperación, de varios días de duración. Numerosas personas están recibiendo tratamiento”, agregó Stuard Cundy, de la Policía Metropolitana de Londres, citado en el sitio de Scotland Yard.
En total hay 64 personas hospitalizadas y 20 están graves, anunció el London Ambulance Service.
Un niño lanzado por una mujer, probablemente su madre, desde una ventana del noveno o décimo piso de la Grenfell Tower logró salvarse del incendio, señalaron algunos testigos, según los cuales un hombre tomó al vuelo al pequeño.
“Vi gente por doquier que gritaba pidiendo ayuda”, indicó Samira Lamrani. “Yo con otras personas intentábamos tranquilizarlos, diciéndoles que llamaríamos a los auxilios, pero en sus rostros se veía la muerte”.
“Todavía hay gente viva en el piso 11 del rascacielos”, dijo a ANSA Daniele, un italiano que vive en la zona del incendio.
“Un amigo bombero me comentó que hay todavía personas vivas pero atrapadas”, agregó.
“Era una locura, como el 11 de septiembre”, contó otro testigo. “Me desperté y me asomé a la ventana, vi las llamas, gente que pedía ayuda, personas atrapadas en los últimos pisos, expresó Jordan, un testigo de origen jamaicano.
Otros testigos indicaron que “desde la una, cuando estalló el incendio, hasta las cuatro de la mañana, los bomberos no intervinieron. Miraban quemarse el rascacielos”.
Otra persona relató que vio “a un hombre que se arrojaba desde uno de los pisos más altos del rascacielos para intentar salvarse de las llamas”. Kaio, de 20 años, residente del barrio, vive cerca y agregó que “algunos intentaron salvarse atando sábanos. Otros encendían y apagaban las luces de su apartamento para indicar su presencia a los bomberos”.
Según la brigada de incendios de Londres, no hay riesgo de colapso y la estructura es segura para los bomberos que operan en el interior.
En total pasaron seis minutos desde el momento en que estalló el primer foco, en un piso bajo del rascacielos, hasta que todo el edificio —habitado sobre todo por familias de clase popular, muchos extranjeros— quedó envuelto en llamas.