Aumenta infertilidad varonil con la edad

Al igual que en la mujer, en el hombre el reloj biológico también avanza, en especial en materia de salud reproductiva

Lorena Ríos
Todo menos politica
Problemas de infertilidad
Foto: Blueskyimage

Los hombres que tienen el deseo de convertirse en padres y no lo han logrado deben saber que ahora existen técnicas de reproducción asistida que pueden hacer realidad ese sueño. Si el problema de infertilidad es resultado de la edad, alteraciones en el esperma o bien porque ya se realizó una vasectomía existen dos opciones: la aspiración testicular, que permite obtener células masculinas directamente del testículo; y la biopsia testicular con microscopio quirúrgico, que ayuda a ubicar las zonas donde se encuentran los espermatozoides.

Al igual que en la mujer, en el hombre el reloj biológico también avanza, en especial en materia de salud reproductiva. De ahí que la correlación entre la edad del varón y los parámetros de concentración y motilidad de los espermatozoides es significante.

El cuerpo masculino no comienza a generar esperma hasta que llega a la pubertad. En ese periodo de la vida el sistema inmunológico ya decidió qué tipo de células son parte del cuerpo humano y cuáles no. Eso significa que por sí mismo el cuerpo atacaría el esperma como si fuese un invasor. Por eso los testículos están blindados (de maneras muy complejas) del resto del cuerpo. Los testículos son un sitio inmunológicamente privilegiado. El semen en su mayoría es agua, solo contiene 1% de esperma. También tiene otras sustancias como calcio y fructosa.

Científicos de la Universidad de California, Estados Unidos, demostraron que la calidad del semen disminuye con el paso del tiempo y que la motilidad desciende en 0.7% cada año. Se estima que desde los 22 años existe 25% de probabilidad de que la motilidad de los espermatozoides sea menor a la normal. Esta situación aumenta hasta 40% a los 30 años; a 60% a los 40 años, y hasta 85% cuando alcanza los 60 años de vida.

Abraham Martínez Ruiz, director clínico de Ivinsemer, clínica especializada en reproducción humana asistida, comenta que “del total de los casos de infertilidad de origen masculino la mayor parte de ellos se manifiesta en un estudio de semen (espermiograma) por alteraciones en la cantidad, movilidad y la forma de los espermatozoides. La afección de estos tres factores puede tener orígenes anatómicos, infecciosos, endocrinos, cromosómicos, incluso desconocidos”.

Martínez indica que diferentes hábitos pueden afectar la fertilidad masculina: beber alcohol en exceso, fumar, usar drogas y haber padecido alguna enfermedad de transmisión sexual pueden dejar secuelas que afecten de manera directa; por eso la importancia de que los hombres rompan con la creencia de que ellos jamás van a ser infértiles o factor para que no se logre el embarazo.

La infertilidad es una enfermedad que aqueja de 15 a 20% de las parejas, aquellas que enfrentan problemas por infertilidad 40% de las veces tiene como origen a la mujer, 40% al varón y 20% restante de los casos son causados por factores de la pareja en sí o factores desconocidos.

Cuando existen muestras seminales con algún parámetro alterado se hace una capacitación de la muestra seminal que el paciente deja en la clínica. Se seleccionan y concentran los espermatozoides de mejor calidad. Las muestras de semen se procesan mediante técnicas de capacitación o preparación seminal, que permiten eliminar espermatozoides muertos, inmóviles o lentos y optimizar la calidad de la muestra que se utilizará en los procedimientos de reproducción asistida.

Vasectomía

Hay un factor que no tiene que ver con la calidad espermática o alguna alteración natural, pero influye de manera directa cuando se quiere tener un hijo y el impedimento está por parte del hombre: la vasectomía. No se puede decir que el hombre sea infértil, pero debido a la operación su eyaculado ya no contiene espermatozoides.

En este caso existen dos vías comunes de obtener espermatozoides: la aspiración testicular, que consiste en obtener espermatozoides directamente del testículo por aspiración con aguja del mismo o del epidídimo bajo anestesia local; y la biopsia testicular, que es realizar una incisión de dos a tres centímetros en la piel del testículo para obtener tejido testicular y con ello espermatozoides.

En los casos extremos en que no se pueda encontrar esperma por los métodos antes mencionados, se cuenta con una técnica de microcirugía: Microtese, que consiste en una biopsia testicular realizada con amplificación visual microscópica (microscopio quirúrgico) y permite identificar las zonas del testículo donde seguramente se encontrarán espermatozoides.

Ivinsemer empleó esta técnica para recuperar espermatozoides de un paciente que presentaba azoospermia y logró hace apenas unos meses el primer nacimiento de un bebé por medio de esta técnica, mediante un ciclo de fecundación in vitro con microinyección de estos espermatozoides recuperados.

“Se trata de una pareja con infertilidad primaria de cinco años de evolución, ella de 34 y él de 41 años. El embarazo no llegaba porque el varón no presentaba espermatozoides en el semen eyaculado. Ya se le habían realizado dos biopsias testiculares convencionales tratando de recuperar espermatozoides sin éxito, por lo que le indicamos Microtese el método por el cual gracias al microscopio quirúrgico se amplifica la visión y se pueden ver con precisión los túbulos del testículo, para seleccionar qué espermatozoides se van a tomar”, puntualiza el especialista.