Voracidad caníbal

Hong Kong tiene los precios más bajos del mundo 

Guillermo Fárber
Columnas
Hueconomía 849
Foto: Anek Suwannaphoom

Seguramente has percibido la ansiedad que afecta a todos los gobiernos por rob… perdón, chup…, no, tampoco, por captar cada vez más y mááás y mááás dinero de los ciudadanos (en la forma de impuestos, tarifas, cuotas, derechos, aprovechamientos, mordidas bajo la mesa, abusos arriba de la mesa, lo que sea). Ve el caso del automóvil: está acribillado por una barbaridad de impuestos y costos que lo vuelven cada vez más un artículo de lujo (lo cual no deja de tener su lado bueno, pues desalienta el uso del vehículo individual). Al parecer, los gobernantes de todo nivel lo ven como el toro manso indicado para clavarle cuantas banderillas dé su imaginación voraz: impuestos a las unidades nuevas, placas, tenencia, verificaciones (que NO sirven para lo que dicen que sirven), parquímetros, seguro, licencia de manejo, multas, etc.

A esos señores no les sería ocioso echarle una miradita a Hong Kong. El gobierno de ese pequeño enclave está inundado en dinero, y cada año su bolsa de reservas crece sin cesar. Hace pocos meses, su Secretaría de Finanzas anunció un superávit de operación de 92.8 miles de millones de dólares hongkoneses (unos 228,000,000,000 de pesos mexicanos, bolsita que ya la quisiera cualquier gobierno para un día de fiesta). Ese lanal equivaldría proporcionalmente a que EU tuviera un superávit de 500 millardos de verdes, cuando al contrario tiene un déficit de un anglotrillón, a pesar de sus sistemas ultraenfáticos y complicados de tributación y de cobranza.

Los huevos de oro

¿Cómo le hace Hong Kong para lograr este milagro? ¿Con una política tributaria sumamente agresiva y un sistema gestaposo de cobranza? No, al contrario. (Me baso en https://www.sovereignman.com/trends/take-advantage-of-this-free-insurance-policy-for-your-savings-22063/)

En Hong Kong no hay IVA ni ninguna clase de impuesto a las ventas. A los productos que importa (que es casi todo) no les aplica ningún impuesto por esta causa. Su tasa de impuesto corporativo a la renta es uno de los más competitivos del mundo (entre 15% y 16.5%) y la aplicable a los individuos oscila alrededor de 17%. Además, Hong Kong no te carga impuestos por ingresos que obtengas de fuera (cosa que sí hace EU), tiene tasa cero sobre dividendos, ganancias de capital y herencias.

Sí, claro, Hong Kong es un lugar pequeño de mil 73 kilómetros cuadrados (dos terceras partes de esta CDMX) y menos de ocho millones de habitantes, y su situación política y económica es muy particular, difícilmente comparable con otras. Pero de todos modos es una muestra de lo que puede lograrse con un poco más de sensatez que de voracidad.

Ah, olvidaba un detallito final: Hong Kong tiene los precios más bajos del mundo en prácticamente todos los bienes manufacturados que ahí se venden. Pero, claro, este detallito les viene valiendo tres kilos de nada a quienes viven del erario y se preocupan solo del tamaño de su rebanada del pastel.