Crece el mercado ilícito de basura electrónica

Expertos y legisladores advierten que este nicho lo aprovechan especuladores y coyotes para surtir al mercado negro en países asiáticos y caribeños

Norberto Vázquez
Política
Basura electrónica
Foto: Ingemar Magnusson.

Decenas de toneladas de residuos electrónicos que no se reciclan en México han encontrado un redituable mercado negro con alto valor comercial y económico en naciones asiáticas, lo que provoca que millones de estos aparatos —que contienen microgramos de metales preciosos como oro, plata y cobre— sean sacados de manera ilegal del país, sin siquiera mínimas supervisiones fiscales, ambientales y aduanales.

De hecho, actualmente ocupamos el tercer lugar mundial en este tipo de desechos tóxicos, dicen expertos, por lo que no debe sorprender la aparición de un nicho lucrativo en el que no se prevén aún previsiones jurídicas y de vigilancia gubernamental, como demuestra que tan solo de manera reciente autoridades mexicanas confiscaran 24 buques cargados con 330 toneladas de estos productos que se transportaban de manera ilícita.

Al respecto, expertos y legisladores lanzan un llamado de alerta frente a un conflicto que tiene diversas características de tipo ambiental, laboral, tributario, comercial y en torno del cual los especuladores, mejor conocidos como coyotes, están abriendo brecha para establecer un comercio informal sin precedente hacia China, India, Pakistán, Singapur y algunas naciones caribeñas, en detrimento de un mercado nacional de reciclaje.

Desechos

Desde 1989 la basura electrónica está clasificada como peligrosa en el Convenio Internacional de Basilea, firmado por México, pero cuyas disposiciones han sido ignoradas por diversas autoridades que no logran implementar certeros programas para manejo, confinamiento y comercialización de estos desechos.

Cifras expuestas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) revelan la magnitud del fenómeno: según la entidad académica “cada mexicano produce entre siete y nueve kilogramos de basura electrónica anualmente; si la cifra se multiplica por los casi 120 millones de habitantes del país, se hablaría de entre 840 a mil 80 toneladas, lo que se convierte en un problema”.

Así lo avala Heberto Ferreira Medina, académico del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES) de la UNAM (campus Morelia): “Eso ha hecho que nuestro país sea el tercer ‘tirador’ de este tipo de desechos per cápita en América, solo después de Estados Unidos y Canadá”, revela.

Al referirse al riesgo que representan esos desechos para la salud humana y ambiental, el universitario los califica de “altamente contaminantes”.

Ferreira añade que uno de los mayores peligros lo representan componentes como los microcircuitos de las “tarjetas madre”, los tubos de rayos catódicos de los monitores viejos y las pilas, entre otros, que contienen cromo, plomo y cadmio, metales pesados tóxicos para la salud.

“Se sabe que si una pila contamina una alberca, por ejemplo, el impacto durará decenas de años”, alerta.

Además, agrega, hay que tener cuidado con los plásticos retardantes de llama con base de polibromodifenil éteres (PBDE, que se deforman y no producen flama al incendiarse; suelen usarse en ropa, muebles y aparatos electrónicos), ya que son bioacumulables y en altas concentraciones dañan la salud de los seres vivos.

—¿Cual sería un plan integral para este problema?

—Hacer efectivo el concepto de disposición adecuada, que consiste en desensamblar los aparatos electrónicos de forma correcta; es decir, separar plástico, metales y componentes, además de reciclarlos para que vuelvan a las cadenas industriales. Es deseable que tanto el plástico como los metales se usen de nuevo. Ello representa una ventana de oportunidad que, por falta de incentivos, se desaprovecha. Debe alentarse la cultura del reciclado. La recomendación no es tirar a la basura: es mejor esperar los Reciclatrones o Reciclones, iniciativas de las autoridades y empresas del sector.

Tráfico

En lo que va de la presente administración 24 cargamentos ilegales de desechos electrónicos han sido detectados. De ellos, 15 han sido de importación y nueve de exportación, de acuerdo con datos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

En todos los casos se trata de tráfico ilícito, previsto en el Código Penal Federal y el cual se hace efectivo cuando se carece de autorización y verificación ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y del consentimiento escrito del país destinatario.

En febrero del presente año la Profepa aseguró un contenedor con 15 mil 745 kilogramos de desechos electrónicos que pretendían ser enviados desde Veracruz, de manera ilegal, a Panamá. En visita de inspección, personal de la delegación federal de la dependencia en la entidad verificó que los encargados del contenedor carecían, al momento de la diligencia, con los formatos de registro de verificación otorgados por la Profepa para la exportación de tablillas electrónicas consideradas como desechos electrónicos.

“Además, se constató que el cargamento tampoco contaba con pedimentos aduanales que acreditaran la legal propiedad de los residuos peligrosos, los cuales se pretendía retirar del territorio nacional; así como manifiestos de entrega, transporte y recepción de dichos residuos, por lo que se procedió a la medida de seguridad”, informó la dependencia en su momento.

Inclusive, los inspectores federales de la Profepa observaron que la empresa propiedad del embarque pagó un arancel que no era el correcto, de acuerdo a la clasificación y codificación de mercancías.

Reciclaje, la solución

El coordinador de los diputados del Partido Verde, Jesús Sesma Suárez, pide fomentar entre los ciudadanos la cultura del reciclaje como medida ante la comercialización ilegal.

Menciona que cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que de miles de toneladas de desechos electrónicos que se generan al año, solo se recicla 10%. “Otro 40% se guarda en hogares y bodegas y el resto es arrojado a procesadoras informales de esa basura y a rellenos sanitarios al descubierto”, dice.

Sesma recuerda que la ONU ya tiene el Día Mundial del Reciclaje (17 de mayo), en cuyo contexto se han promovido las palabras “reciclar, reducir y reutilizar” con el propósito de “concientizar a los ciudadanos del mundo respecto de una mayor responsabilidad en el manejo de los desechos que afectan la naturaleza y sin duda impactan en el cambio climático”.

Dado el mercado negro que se está generando, Sesma Suárez llama a los grupos parlamentarios a legislar sobre el tema. “Pero también pido a los funcionarios de los tres órdenes de gobierno promover la cultura del reciclaje y procurar el establecimiento de plantas dedicadas a este fin, así como establecer contenedores para aprovechar todos los desechos, invitando a empresas e instituciones educativas y ciudadanos a sumarse a dicha causa”.

Víctor Hugo Romo Guerra, diputado de la Asamblea Legislativa del DF (ALDF), estima que una cultura de reciclaje detendría al mercado ilegal que comienza a generarse en el país. “En la Ciudad de México existen programas como el Reciclatrón o Ponte pilas con tu ciudad, que combaten el tratamiento de los residuos peligrosos. El primero es de acopio y, por ejemplo, en doce jornadas durante 2015 reunieron cerca de 208 toneladas. Pero la ciudad genera casi 40 mil toneladas al año. Mientras, el segundo programa logró reunir cerca de 90 toneladas de pilas y baterías en 140 torres ubicadas en 13 delegaciones”.

Y concluye Romo: “Lo anterior indica que los dos programas que existen en la ciudad son de utilidad, pero no suficientes: se consume más de lo que se acopia. Y eso lo debemos cambiar. Por ello como legisladores pondremos el ejemplo, ya que se prevé la instalación en la ALDF de torres de acopio para estos materiales y mejorar los programas para concientizar a la población sobre el problema”.

Para los consultados, de haber orden en el manejo de estos desechos se crearía una industria legal que beneficiaría a trabajadores mexicanos, situación que por el vacío legal especuladores y coyotes están aprovechando para generar un mercado negro con destino a países asiáticos y centroamericanos.


Vida útil

El Instituto Politécnico Nacional y el Instituto Nacional de Ecología publicaron el Diagnóstico sobre la generación de basura electrónica en México, donde concluyen que la vida útil de las computadoras es de cinco años; de los televisores, diez; celulares, tres; reproductores de sonido, seis, y teléfonos inalámbricos, seis


Mercado

Las regiones más importantes de la industria electrónica en el mundo en 2011 fueron: Asia-Pacífico, con 64.2%; seguido de América del Norte con 16% y la Unión Europea con 12.8. En México esta industria en 2011 alcanzó un valor de 62 mil 775 millones de dólares y de acuerdo con estimaciones de Global Insight la producción de electrónicos para el país crecerá a una tasa promedio anual de 2.5% hacia 2020. En nuestra nación existen 777 unidades económicas especializadas en la industria electrónica, situadas principalmente en Baja California, Tamaulipas y Chihuahua. El consumo de electrónicos en México alcanzó un monto de 84 mil 348 millones de dólares y se espera que este valor crezca a una tasa promedio anual de 3.3% para 2020.

Fuente: Cámara de Diputados