PAN-PRD: otra oportunidad perdida

El PAN y el PRD se sacaron de la manga el frente opositor sin un diagnóstico de la crisis del sistema-régimen-Estado priista

Carlos Ramírez
Columnas
Ricardo Anaya.
Foto: Concepción Morales.

El domingo 21 de mayo aparecieron en conferencia de prensa el dirigente panista Ricardo Anaya y la dirigente perredista Alejandra Barrales para hacer un anuncio referido a las elecciones en el Estado de México, pero salió su propuesta de Frente Opositor. A casi dos meses, han sido más los diferendos que las posibilidades.

Puede decirse que los dos ignoraban de lo que estaban hablando.

En 1975 estuvo en México una delegación de la llamada Junta Democrática de España, con la presencia del entonces líder del Partido Comunista, Santiago Carrillo. Franco estaba ya muy enfermo. Esta organización estaba formada por todo el espectro ideológico: desde los comunistas hasta los monárquicos, con algunos franquistas embozados. Luego se fusionarían con la Plataforma Democrática de organizaciones de izquierda para construir la PlataJunta. La gira fue para promover una transición pactada de España a la democracia.

Carrillo se reunió con el entonces dirigente nacional priista Jesús Reyes Heroles y ahí el líder comunista dijo que México debería pensar en un modelo similar. Reyes Heroles le dijo que no: aunque usó otras palabras, en realidad le explicó que en México había una democracia formal, con elecciones, oposición, Parlamento, espacios plurales.

En efecto, la democracia mexicana era formal. Y le correspondió a Reyes Heroles dar el paso decisivo, aunque incipiente, a la democracia real en 1978: la legalización del Partido Comunista Mexicano pluralizó el Congreso y colocó al PRI en su espacio real de 60%. A partir de 1988 el PRI pasó a 40%; y en 2000 bajó a menos de 30% y bajó a la oposición. Formada por el pragmatismo de la coyuntura, en 1988 se organizó un Frente Democrático pluripartidista que le dio a Cuauhtémoc Cárdenas —en la contabilidad oficial no reconocida— un tercio de los votos.

Desconocimiento

El diagnóstico de la oposición española fue muy preciso: a la muerte de Franco había la posibilidad de un franquismo militar; de ahí el proceso de transición pactada de la dictadura a la democracia con desarrollo.

El PAN y el PRD se sacaron de la manga el frente opositor sin un diagnóstico de la crisis del sistema-régimen-Estado priista y por ello los enredos sobre sus objetivos.

Hasta ahora la oposición quiere al Frente solo para derrotar al PRI, sin entender que la crisis mexicana no es por errores en la presidencia priista de la República sino por el agotamiento del modelo de desarrollo. La clase política opositora —a pesar de tener a figuras de izquierda con formación en el análisis marxista— sigue sin entender que la correlación de fuerzas políticas está determinada por la correlación de fuerzas productivas.

José Revueltas estableció en 1958 este principio y dijo que la lucha no estaba en las elecciones sino en las relaciones productivas. No se sabe si por razonamiento o intuición, Andrés Manuel López Obrador está tejiendo una alianza con los empresarios para amarrar lo político. Pero como se trata de empresarios neoliberales, salinistas y globalizadores, su modelo político no será orto que el priismo salinista.

El PAN y el PRD tuvieron —en tiempo pasado— la oportunidad para una alianza de reconstrucción del sistema-régimen-Estado; pero Anaya y Barrales carecieron de pensamiento estratégico. Como solo buscan derrotar al PRI, ni habrá Frente ni habrá acuerdo y sí una oposición dividida, justo lo que quiere el PRI.