El gran caricaturista argentino Joaquín Salvador Lavado, conocido por todos como Quino —llamado así por los suyos desde niño para diferenciarlo de los muchos Joaquines que forman parte de su familia—, fue celebrado en Buenos Aires por su mujer de toda la vida, Alicia Colombo, y sus sobrinos, que viven en Chile pero decidieron viajar para formar parte del festejo, que también fue emotivamente recordado por sus fanáticos, editores, lectores, seguidores y libreros alrededor de todo el mundo.
El agudo caricaturista, de padres españoles y nacido en Mendoza, Argentina en 1932, es autor de la entrañable y emblemática Mafalda. Llega lúcido a los 85 años de vida, aunque con ciertos problemas para moverse y de visión, por lo que ha limitado sus salidas a firmas de libros y homenajes, sobre todo en su país donde es altamente querido y admirado.
Pero no solo es reconocido en su tierra sino que es también amado en toda América Latina, ciertas regiones de Estados Unidos y Europa. Ha sido traducido a decenas de idiomas —las más recientes al guaraní— y ahora por primera vez al Braille. Asimismo, en los próximos meses la famosa tira cómica Mafalda y sus amigos editará un tiraje sonoro-gráfico de dos mil volúmenes que se distribuirán de manera gratuita en escuelas de enseñanza especial en toda Argentina.
Son miles de cartones los que Quino ha creado a lo largo de su fecunda carrera, que comenzó siendo un jovencito y que le ha traído los más significativos reconocimientos, como el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades de España y la Medalla de la Orden y las Letras de Francia, convirtiéndolo en un verdadero icono argentino del siglo XX para todo el mundo.
Por siempre
Un genio como el de Quino seguirá permeando a las nuevas generaciones, porque su grandeza logró que sus caricaturas sean atemporales y absolutamente vigentes: el mejor regalo para un público lector de diez a 18 años son sin duda los volúmenes del 1 al 10 de Mafalda y sus amigos, los inolvidables Felipito, Manolito, Susanita, Libertad (una niña brillante y diminuta, hija de traductores), Miguelito y Guille, quienes arrancan literalmente carcajadas en cada una de sus tiras con las situaciones que ideó Quino por medio de excelentes dibujos y caracterizaciones que retratan a la clase media.
Mafalda, la que odia la sopa y ama a los Beatles, la que se preocupa todos los días por la paz mundial y que adora a sus amigos, este año celebra su Katún de vida: 52 años.
Y qué mejor regalo para ella y para Quino en sus 85 que leerla, regalarla, difundirla y mostrársela cada día a un lector nuevo que multiplique esta acción que nos garantice que habrá Mafalda y Quino por siempre.