Tláhuac acapara la atención pública

Pasó de ser un referente mundial a un enclave de corrupción

Norberto Vázquez
Política
Delegación Tláhuac
Foto: Cuarto Oscuro.

En poco más de dos lustros la Delegación Tláhuac pasó de ser una de las más seguras y folclóricas por sus diversas conmemoraciones tradicionales de talla mundial, a transformarse radicalmente en un corredor de inseguridad, extorsión, robos, desapariciones forzadas y venta de estupefacientes cuya cloaca se destapó abiertamente en la administración de Rigoberto Salgado Vázquez por su presunta relación con el desaparecido Felipe de Jesús Pérez Luna alias El Ojos.

Este último, que de hecho controlaba la venta de enervantes en el oriente del Valle de México, cayó abatido el pasado 20 de julio por elementos de la Secretaría de Marina durante un operativo en la delegación.

Lejos quedó el Tláhuac cuya característica principal era el ser un mosaico de costumbres y manifestaciones artísticas, como las famosas celebraciones a los muertos en San Andrés Míxquic (pueblo que forma parte del polígono de la zona chinampera, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), para dar pie a un área de grave inestabilidad social debido a una red de probables complicidades delictivas gestadas desde hace diez años entre Salgado Vázquez y Pérez Luna.

Por ello entraron de lleno a investigar el caso diversas instituciones, entre las que destacan la Procuraduría General de la República (PGR), la Policía Federal, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX) y la Contraloría General capitalina.

Hoy Tláhuac está convertida en un auténtico polvorín, ya que a partir de que Salgado Vázquez tomó posesión como jefe delegacional la venta clandestina de estupefacientes aumentó de manera dramática, mientras que los asesinatos del crimen organizado, los secuestros y los giros negros proliferan… y los delitos del fuero común (asaltos, robo a casa habitación y robo de autos) rompen ya las estadísticas de los últimos años.

Según los expertos, distintos diputados de la Asamblea Legislativa capitalina (ALDF) y las pistas que desarrollan en sus indagatorias de manera oficial las autoridades judiciales y administrativas, queda claro que el caso Tláhuac resulta una muestra evidente de una regionalización de la administración pública en la que cotos de poder locales pueden transformarse rápidamente en auténticos enclaves de corrupción y contubernio con grupos delictivos organizados.

Ruta estratégica

Todavía hacia mediados del siglo pasado las chinampas de Tláhuac eran generosas: las cosechas eran abundantes; aquello que se sembraba se daba muy bien. A su vez, las tradiciones definían la vida comunitaria.

Pero llegó la urbanización: los canales se entubaron, contaminaron o secaron, afectando la actividad agrícola; las construcciones y las vialidades ganaron terreno a la tierra de cultivo; y las nuevas generaciones —más la gente foránea que llegó a la zona— incorporaron nuevas conductas y aficiones, antes ajenas a la idiosincrasia de la delegación, entre ellas las relacionadas con actividades delincuenciales.

La transformación de la gente y el entorno de Tláhuac coincidió con otros factores: el surgimiento de colonias con elevada actividad delictiva, como varias de las que conforman el municipio de Valle de Chalco, en el Estado de México, y de la Delegación Iztapalapa, en la Ciudad de México.

También tuvo efecto el trazado de nuevas rutas para el trasiego de enervantes provenientes de Guerrero; esto es, los que entran por Morelos, estado colindante con su delegación vecina, Milpa Alta.

De esta forma Tláhuac ofreció un escenario propicio para el asentamiento de grupos del crimen organizado dedicados al tráfico de estupefacientes —transportistas y narcomenudistas—, los cuales, al igual que en otras regiones del país, terminan ejecutando otros actos delictivos como la extorsión, el robo —de vehículos, a casas o transeúntes— y el homicidio.

Sobre la importancia de dicha delegación en el trasiego y distribución de estupefacientes, el experto en temas de seguridad Javier Oliva expone: “La Delegación Tláhuac, como cualquiera otra demarcación de la Ciudad de México, tiene importancia demográfica, de comunicaciones, de consumo… Su colindancia con municipios del Estado de México, como Chalco, le hace una zona muy dinámica. Las actividades del crimen organizado se han venido incrementando en tierra fértil”.

Carlos Ramírez, periodista y analista político, señala: “El crimen organizado se ha asentado en zonas abandonadas por las políticas públicas y los programas de bienestar integral”.

Afirma Ramírez que “Tláhuac, Iztapalapa, Cuajimalpa, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc, sobre todo, perdieron el control sobre el crimen organizado. Y lo más grave es el control por parte del crimen organizado de actividades comerciales ligadas a la delincuencia”.

El investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales, Gabriel Barrón, añade por su parte que las delegaciones Milpa Alta, Xochimilco y Tláhuac son puntos de disputa entre diferentes grupos delictivos.

Precisa que Milpa Alta y el estado de Morelos conectan por la antigua ruta a Oaxtepec, camino para llegar a diversos poblados de Guerrero, de donde proviene buena parte de los estupefacientes que alimentan el narcomenudeo en la Zona Metropolitana del Valle de México.

Halcones en moto

Otro dilema son los llamados mototaxis, que comenzaron a surgir en la Ciudad de México entre 2007 y 2008; una de las delegaciones que más crecimiento ha registrado de esta modalidad de transporte es precisamente Tláhuac.

En esta demarcación las autoridades delegacionales auspiciaron el desmedido crecimiento de los mototaxis, impulsado por líderes que vieron en ellos a un grupo de gente desempleada a la cual podían cobrar cuotas por permitirles trabajar, pero también observaron un núcleo de informantes o halcones que lo mismo sirvieran para distribuir pequeñas dosis de estupefacientes, que para avisar a los jefes del crimen organizado sobre los movimientos de policías en la zona.

En 2013 la entonces delegada en Tláhuac, Angelina Méndez, daba cuenta de que en cinco años los mototaxis crecieron 200% en la demarcación, al pasar de tres mil a nueve mil unidades. En 2015 el encargado del despacho, Alfredo Romero, señalaba la existencia de 34 organizaciones, pese a que desde siempre el gobierno capitalino, por medio de la Secretaría de Movilidad, ha señalado la imposibilidad de regular este tipo de transporte al considerarlo “inseguro” para los usuarios.

Hoy se sabe que la organización delictiva encabezada por Felipe de Jesús Pérez Luna, El Ojos, “controlaba” aproximadamente cinco mil mototaxis y buena parte de ellos con la función de servir de halcones.

Sobre los halcones, Carlos Ramírez indica que “se trata de una estructura criminal de bajo nivel, pero controlada por grupos criminales consolidados. Es una estructura rudimentaria de informantes ligados a policías y que implican un alto grado de peligrosidad. Una parte tiene que ver con la falta de empleos, pero también por el deseo fácil de ganar mucho dinero en el corto plazo”.

A su vez, Oliva expone que “las modalidades para vigilar las acciones y desplazamientos de las autoridades, y sobre todo de las corporaciones policiacas, tienen varias aristas; y en el caso de Tláhuac “lo que debe revisarse son las licencias y organizaciones de los mototaxis”.

Red familiar

Partícipe en la nómina de la Delegación Tláhuac desde 2000, Rigoberto Salgado Vázquez ha ocupado diversos cargos públicos en la demarcación: subdirector de Fomento Económico; secretario particular y coordinador de campaña de Fátima Mena (ex delegada en Tláhuac); secretario de Seguridad Pública;director de Fomento Económico; subdirector general de Desarrollo Económico, y director general de Servicios Urbanos.

Durante el trienio de Fátima Mena, justamente el 23 de noviembre de 2004, Salgado fue uno de los principales funcionarios responsabilizados por los linchamientos de San Juan Ixtayopan, en los que perdieron la vida dos agentes de la Policía Federal Preventiva (Víctor Mireles y Cristóbal Bonilla) a manos de enardecidos pobladores que los confundieron con secuestradores.

Con todos estos antecedentes, Salgado buscó la candidatura del PRD para ser jefe delegacional en Tláhuac en 2006, 2009 y 2012… pero en el partido del sol azteca siempre se la negaron. Y fue finalmente representando a Morena que logró su objetivo al ganar las elecciones del 7 de junio de 2015.

Según las indagatorias, en esas más de dos décadas en la función pública de la demarcación Salgado Vázquez logró afianzar una red de influencia territorial con la ayuda de sus hermanos.

La familia Salgado Vázquez, integrada por Rigoberto, Ricardo, Rosendo, Raúl, Rosalba y Josefina, opera como un grupo político que en los últimos años afianzó el control territorial en la Delegación Tláhuac.

Bajo las siglas del PRD escalaron espacios políticos; pero fue bajo el cobijo de Morena que consolidaron su dominio en las coordinaciones territoriales, comités vecinales, grupos de tianguistas, motoxistas y la jefatura delegacional.

Todos tienen una función específica, encomendada ya sea por Rigoberto o por Ricardo. Este último es señalado por la comunidad local como la persona que dirige en Tláhuac a los comerciantes, tianguistas, bicitaxistas y mototaxistas acusados de servir como halcones al desaparecido Felipe de Jesús Pérez Luna, quien llegó a tener a su mando a más de diez mil personas en la delegación.

Las redes familiares de poder llegan hasta la Delegación Xochimilco, que ahora encabeza Avelino Méndez, donde Josefina Salgado Vázquez se desempeña como subdirectora de Planeación Turística.

Rosalba Salgado Vázquez funge a su vez como operadora electoral de la familia. El año pasado, el delegado le encomendó la elección del coordinador territorial del pueblo originario de Santiago Zapotitlán.

Otro que se desempeña como operador electoral es Raúl Salgado Vázquez, quien en la pasada elección en el Estado de México realizó trabajo político para Morena en Nezahualcóyotl e Ixtapaluca.

La cercanía de Rigoberto Salgado con líderes del partido Movimiento Regeneración Nacional permitió que Rosendo Salgado fuera nombrado delegado estatal de Morena en Durango; pero hace apenas unas semanas se le destituyó tras ser acusado de hostigamiento sexual por una ex candidata.

Al funcionario delegacional lo investigan ahora judicialmente la PGR, la PGJCDMX y la Policía Federal, que realizan una pesquisa conjunta sobre las presuntas operaciones ilícitas que realizaba con El Ojos en la Ciudad de México.

A decir del comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, las tres instancias de gobiernotrabajan de forma coordinada.

Por lo que toca a la Contraloría General capitalina, a cargo de Eduardo Rovelo Pico, realiza dos investigaciones administrativas al delegado.

Una dio inicio desde el pasado 21 de junio, que versa sobre la posible asignación de contratos públicos a quienes lo favorecieron monetariamente durante su campaña proselitista en 2015.

La segunda arrancó el 20 de julio por el supuesto uso de recursos públicos, humanos y materiales de la delegación para realizar mejoras en el establecimiento mercantil denominado La Carreta del Pacífico, administrado por la sobrina del jefe delegacional, Alejandra Rodríguez Salgado.

Elementos

Luego de que el delegado Rigoberto Salgado compareció ante la Asamblea Legislativa el miércoles 2 de agosto, el presidente de la Mesa Directiva de la ALDF, Mauricio Toledo, entregó al presidente de la Comisión de Gobierno, Leonel Luna, actas de nacimiento y documentos que prueban que familiares cercanos a Felipe de Jesús Pérez Luna laboraban en la demarcación.

“Se le olvidó, delegado, y no mencionó que Betuel Beltrán Vázquez fue hasta el 30 de junio pasado jefe de Unidad de la Dirección de Operación Hidráulica de su demarcación… y que este es hermano de Édgar Beltrán Vázquez, quien ha sido señalado como jefe de sicarios de El Ojos; la señora Nancy Cortés Gutiérrez, que se conoce fue pareja sentimental de Felipe de Jesús, fue dada de alta en la nómina de su demarcación, como administrativo L; su hermana y cuñada, Griselda Cortés Gutiérrez y Arisele Cortés Gutiérrez, se desempeñaban como operativo general y subjefe de oficina en el área del Centro de Servicios y Atención Ciudadana, y Christhian Salgado Pérez ocupó el cargo de líder coordinador de Proyectos A en la Subdirección de Finanzas”, detalló Toledo.

El diputado Fernando Zárate le recriminó a su vez a Salgado: “Usted está aquí por lo siguiente: por una situación grave que ocurrió en Tláhuac, a partir de un operativo de la Marina, en el que falleció Felipe de Jesús alias El Ojos, donde murieron siete personas más; porque a partir de ese hecho se encontraron y se han venido denunciando las siguientes causas. Uno, el presunto enriquecimiento ilegítimo de su parte, jefe delegacional. Dos, una probable connivencia, colusión o complicidad con una red de distribución de sustancias ilegales en esa delegación. Tres, por una inestabilidad y por una falta de gobierno que pudiera derivar en la destitución. Usted está aquí por eso”, le dijo Zárate.

Y agregó: “En Tláhuac estamos viendo que hay una profunda inestabilidad y que puede generar un profundo caos en la Ciudad de México. Usted está aquí por eso. Y si no proporciona la suficiente información, yo voy a ser el primero en presentarle la responsabilidad y por lo tanto en abrir un juicio de destitución”.

El asambleísta Iván Texta Solís le realizó también varios cuestionamientos cara a cara: “Se ha señalado en repetidas ocasiones que el restaurante-bar de su familia —aunque usted lo niega— La Carreta del Pacífico, del cual es propietaria su hermana, era punto de reunión del hoy abatido Felipe de Jesús Pérez Luna, alias El Ojos, el cual frecuentaba con regularidad su director de Finanzas, de nombre Alejandro González Malvaez. Díganos si usted sabe que además de tener funciones de servidor público, el señor González Malvaez es operador financiero de ese grupo criminal”, le preguntó.

Texta Solís le dijo: “Hoy sabemos que La Carreta del Pacífico, de acuerdo con la escritura constitutiva 107528 de fecha 20 de noviembre de 2015, con un mínimo capital fijo de 100 mil pesos, señala como accionista a María Guadalupe Valdez Torres, como accionista mayoritaria a Araceli Salgado Vázquez y como administradora única a María Guadalupe Valdez Torres. ¿A ella sí la conoce o tampoco?”

Concluyó Texta: “Por lo anterior, déjeme recordarle que en varias faltas usted ha incurrido reiteradamente. Su conducta ha sido omisa ante el fenómeno de la delincuencia en general y de manera específica podemos decir que no hizo nada, pudiendo prevenir la comisión de conductas presuntamente ilícitas, por lo que se hizo de la vista gorda ante las actividades ilícitas cometidas por El Ojos y la red de delincuentes del mismo”.

De esta manera, después de largas décadas de folclóricas conmemoraciones de carácter internacional, la estabilidad social de Tláhuac se ve hoy alterada por la enorme omisión y negligencia administrativa que pesan sobre el jefe delegacional, Rigoberto Salgado Vázquez.

Y pese a todo, de manera cínica ante asambleístas y luego al abandonar el recinto antes de que concluyera la sesión de comparecencia, Salgado demostró que nunca ha coadyuvado con las dependencias de seguridad pública, como es su obligación, ni con información ni con denuncias, solo con su apatía y desentendimiento de la problemática en la demarcación.

Así, Rigoberto Salgado omitió de manera reiterada y dolosa información que el gobierno central necesitaba para actuar de manera eficiente en el territorio que él gobierna, por lo que integrantes de la Comisión de Gobierno de la ALDF aseguraron que está ya en marcha su proceso de remoción como jefe delegacional en Tláhuac, por incurrir en supuestos actos que ponen en duda su desempeño para el bienestar de la población.

En este sentido, puntualizaron que la separación del cargo está prevista en el artículo 108 del Estatuto de Gobierno capitalino (fracción III), que a la letra señala: Por realizar cualquier acto o incurrir en omisiones que afecten gravemente el funcionamiento de la Administración Pública del Distrito Federal y el orden público de la entidad.

La permanencia de Rigoberto Salgado Vázquez al frente de Tláhuac ahora pende de un hilo. Un hilo muy delgado, por cierto.

Pobreza y delincuencia

De acuerdo con el Sistema de Información del Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad de México, de las 37 colonias que integran la delegación 17 registran un grado de marginación “muy alto”; 13 “alto”; cinco “medio”, y dos “bajo”. El Informe sobre narcomenudeo de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México indica que Tláhuac reporta 0.7% de las averiguaciones previas iniciadas en un año por el delito de narcomenudeo, pero su vecina Iztapalapa tiene 14.9%, que la ubica como la tercera demarcación en este rubro.

Voces

El delegado de Tláhuac es nativo de Tláhuac, ha vivido en Tláhuac toda su vida, ha pertenecido a diferentes gobiernos y hoy es jefe delegacional: lo último que puede decir es que no sabe de la existencia (de El Ojos).

Patricia Mercado / Secretaria de Gobierno de la CDMX

Si a nosotros como diputados no nos recibió ni nos atendió, ¿qué pasa con los miles y miles de ciudadanos que día con día pidieron audiencias públicas con usted?

Mariana Moguel Robles / Diputada local (PRI)

Tláhuac no es un hecho aislado, es muestra de una red de corrupción que vincula al crimen organizado con personajes de gobierno y partidos. Es un hecho sumamente grave.

Mariana Gómez del Campo / Senadora de la República (PAN)

Rigoberto Salgado debe deslindarse de la jefatura delegacional de Tláhuac, mientras se investiga sobre sus presuntos nexos con el crimen organizado. Eso ayudaría a la autoridad a evitar que el caso se politice.

Leonel Luna Estrada / Presidente de la Comisión de Gobierno (ALDF)

El silencio de Salgado acredita su culpabilidad.

Raúl Flores / Diputado local (PRD)