Roma, 15 de agosto.- Una supercomputadora servirá de prueba en la Estación Espacial Internacional (EEI) con el objetivo de entender cómo una máquina con componentes comunes disponibles en el mercado puede llegar a resistir en un ambiente distinto como el espacio.
Se trata de la HPE Spaceborne Computer construida con la colaboración de la NASA y características particulares como el empleo de agua en el control de temperatura y una versión de Linux como sistema operativo.
A bordo está disponible un software específico capaz de soportar temperaturas rígidas y la presencia de radiaciones. También puede ajustar parámetros como la velocidad de la unidad central de procesamiento (CPU), frecuencia de actualización de la memoria y en caso de anomalías podrá apagar automáticamente la computadora.
El sistema ya habría sido probado en la Tierra, resistiendo las sobrecargas de tensión provocadas por tormentas eléctricas.
La prueba en la ISS apunta a desarrollar un hardware capaz de resistir viajes en el espacio más comprometidos como la travesía hasta Marte.