El líder opositor Raila Odinga afirmó que los kenianos no aceptarán de buen grado la “masacre de la democracia”.
La oposición, dijo, impugnará ante la Corte Suprema los resultados de las elecciones presidenciales e iniciará una campaña de desobediencia civil para poner al desnudo lo que llama una “presidencia generada por computadora”.
Las declaraciones Odinga podrían generar una nueva ola de protestas en la capital y otras ciudades como las que ya han dejado como saldo la muerte de una veintena de personas a manos de la policía desde las elecciones del 8 de agosto, de acuerdo con un conocido grupo defensor de los derechos humanos.
Odinga sostiene que los resultados fueron hackeados y modificados a favor del presidente Uhuru Kenyatta, quien obtuvo un segundo período con el 54% de los votos. La comisión electoral dice que hubo intento de hackeo, pero resultó fallido, y los observadores dijeron que no vieron indicios de interferencia en la votación.
La semana pasada la oposición señaló que no pensaba recurrir a la justicia, pero Odinga cambió los planes este día.
“No aceptaremos y seguiremos adelante”, dijo. “Realizaremos vigilias, minutos de silencio, golpes de tambor y haremos todo lo posible por llamar la atención sobre las groseras injusticias electorales”.
El plazo para impugnar los resultados electorales vence a última hora hábil del viernes.
Odinga impugnó su derrota electoral ante Kenyatta en 2013, pero sin éxito.
Las calles de la populosa barriada de Kibera en Nairobi estaban desiertas y los comercios cerrados a la espera de las declaraciones de Odinga. Este baluarte opositor ha sido escenario de los choques más graves de la policía con ciudadanos que protestaban tras conocer el anuncio de la victoria de Kenyatta el viernes por la noche.