Fiebre alta, malestar general y dolor de garganta, son algunos de los síntomas de la enfermedad de manos, pies y boca, causada por el virus de coxsackie, que afecta sobre todo a menores de cinco años de edad, provocándoles llagas dolorosas en la boca y salpullido.
El virus se puede propagar incluso cuando no hay sintomatología, por medio de las heces fecales, con el cambio de pañales y por las secreciones respiratorias, además, el contagio se presenta en los primeros tres días de contacto y después aparecen los síntomas.
El virus de coxsackie pertenece a la familia de los enterovirus (que incluye también los virus de la poliomielitis y el virus de la hepatitis A), los cuales viven en el tracto digestivo de los seres humanos.
Se trata de una enfermedad muy contagiosa que afecta principalmente a niños que están en guarderías, explicó Raymundo Tecomulapa Martha, del Hospital Pediátrico Tacubaya, de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México.
Precisó que la etapa en que se detecta esta enfermedad puede variar, aunque “principalmente inicia con fiebre y posteriormente se presentan erupciones en la piel; además, puede haber aftas en la boca y lesiones papulares en la mano y pie”.
Explicó que por tratarse de un virus que se contagia a través de las secreciones respiratorias, las épocas en que se registran más números de casos son el verano y otoño, debido al incremento de las enfermedades respiratorias.
Sin embargo, mencionó que aun cuando es una enfermedad viral, no hay antivirales para tratar este padecimiento.
“En sí no hay un antiviral para el virus, solo es un tratamiento para los síntomas de fiebre y dolor; así como antihistamínicos y, en algunos casos, enjuagues o antisépticos bucofaríngeos”, refirió el especialista.
La enfermedad no es de gravedad ni deja secuelas, “aunque sí es molesto porque, en algunos casos, los niños no pueden comer, por lo que pueden presentar baja de peso, además de fiebre de difícil control”.
En esos casos, continuó Tecomulapa Martha, “mandamos suplementos (alimenticios), y en caso de que no tome líquidos, se puede recurrir a la hospitalización, pero solo en casos muy extremos”.
Subrayó que la manera de prevenir la enfermedad de manera efectiva es con una higiene personal adecuada, lavado de manos, desinfección correcta de las superficies en los centros de cuidado infantil y en casa, así como la correcta eliminación de heces fecales, así como utilizar cubiertos individuales, evitar saludar de beso y al estornudar cubrirse con el antebrazo.
Asimismo, descartó declarar alerta epidemiológica, ya que el virus siempre está presente en el ambiente, sobre todo en verano y otoño, y si bien causa malestar general a quien lo padece, no deja secuela alguna. La enfermedad desaparece en un periodo de entre cinco y ocho días a partir de que iniciaron los síntomas.