Quinto Informe

Mejorar la aprobación presidencial es una prioridad para el gobierno en este momento.

Sergio Sarmiento
Columnas
Informe de Gobierno
Foto: NTX

No es un informe común y corriente. Es el quinto informe. Incluso en los viejos tiempos, cuando el presidente tenía poderes metaconstitucionales, el quinto informe era una especie de parteaguas. Marcaba de alguna manera el pico del poder del mandatario, pero abría el proceso de sucesión que empezaba con el destape unas semanas después.

Este momento tiene mucho de lo que antes pasaba, pero se complica por nuevos elementos producto de la cambiante realidad política de nuestro país. Quizá la mayor diferencia es que el presidente Enrique Peña Nieto no está llegando a este informe en el pico de su poder. En una era más abierta y democrática, el mandatario ha enfrentado problemas serios desde hace tres años. Su aprobación ha empezado a recuperarse, pero desde una cifra históricamente baja de 17% en febrero de 2017, según Consulta Mitofsky. En agosto este respaldo subió a 22%, cinco puntos porcentuales más, mientras que la desaprobación bajó de 77 a 73%. De cualquier manera, Peña Nieto sigue teniendo menor aprobación que cualquiera de sus predecesores.

Mejorar la aprobación presidencial es una prioridad para el gobierno en este momento. Por eso la Presidencia de la República ha utilizado los tiempos de radio y televisión a los que tiene derecho para mandar una serie de mensajes sobre los logros de su administración. El gobierno ha recurrido incluso a las cadenas nacionales que obligan al enlace de todas las emisoras de radio y televisión, un recurso que había desaparecido hace años o que solo se usaba para mensajes urgentes.

El informe ha sido precedido por información económica razonablemente positiva. El país ha generado más empleos formales, registrados en el IMSS, de los que se esperaban con anterioridad. A pesar de las amenazas de Donald Trump, no solo no se han caído las inversiones externas ni las exportaciones sino que han aumentado. La economía está creciendo a una tasa de 3%, un poco más de lo que se pronosticaba hasta hace poco. Las cifras del INEGI y del Coneval señalan que ha habido una disminución pequeña, pero significativa, de la pobreza: de 45.5% en 2014 a 43.6% en 2016. La pobreza extrema, mientras tanto, ha descendido de 9.5 a 7.6 por ciento.

Lógica

Las reglas del juego político, sin embargo, hoy son distintas a las de antes. El presidente es objeto de críticas constantes en redes sociales y en muchos medios de comunicación.

Andrés Manuel López Obrador, que está en campaña por la Presidencia desde hace años, se encuentra en primer lugar en las encuestas para 2018, en parte por la impopularidad del presidente, pero también por la falta de candidatos en el PRI y en el PAN.

Peña Nieto ha permitido, o quizás ha promovido, que algunos aspirantes en el gabinete se promuevan para ampliar el abanico de posibles candidatos. Hay buenas razones para pensar que el proceso de selección se acelerará una vez que quede atrás el quinto informe y se presente el presupuesto para 2018, lo cual ocurrirá el 8 de septiembre.

Es un momento complicado para el presidente, quien se sigue mostrando confiado en que sus reformas generarán buenos resultados en el futuro. Tal vez tiene razón, pero la política tiene una lógica distinta a la de hace años. Ya nadie tiene el control sobre los procesos políticos. Para rescatar a su partido, el PRI, el presidente tendrá que permitir un juego sucesorio más abierto y quizá más conflictivo. El quinto informe abrirá las puertas a la contienda.