“Somos un mundo en pedazos”: Guterres

Necesario un mundo en paz, resalta secretario general de la ONU.  

Redacción
Política
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AP

Naciones Unidas, 19 de septiembre.- El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lamentó hoy durante la apertura de la Asamblea General que pese a que el mundo cada vez se encuentra más unido por la economía global el sentido de comunidad podría estar en un proceso de desintegración.

“La economía global está cada vez más integrada, pero nuestro sentido de comunidad global puede estar desintegrándose. Las sociedades están fragmentadas. El discurso político está polarizado”, apuntó el titular de la ONU.

En su primer discurso como secretario general de la ONU, Guterres aseveró que el mundo atraviesa grandes desafíos y que la gente está enojada y se siente herida, sentimientos que han sido magnificados por aquellos que satanizan y dividen con discursos de odio.

Advirtió que la confianza dentro de las sociedades peligra además porque la inseguridad y la desigualdad económica van en aumento, así como la propagación de los conflictos y el cambio climático.

“Somos un mundo en pedazos. Necesitamos ser un mundo en paz”, explicó Guterres en la apertura de la sesión 72 de la máxima reunión de jefes de Estado y de gobierno en el mundo, y durante el primer plenario en que participa el presidente estadunidense, Donald Trump.

Guterres destacó que unida la comunidad internacional podría construir la paz, restaurar la confianza y crear un mundo mejor para todos.

En su discurso, el máximo funcionario de la ONU se concentró en siete amenazas. La primera fue el peligro nuclear, que aseveró ha generado en la actualidad el más alto nivel de tensión desde el final de la Guerra Fría.

Condenó las pruebas nucleares de Corea del Norte, aunque llamó también a impulsar “el compromiso diplomático para resolver la crisis”. Añadió que la solución a esa crisis debe ser política y que es tiempo para los estadistas.

La segunda amenaza que resaltó fue la expansión del terrorismo internacional, en tanto que el tercer desafío que presentó fue el de los conflictos no resueltos y las violaciones sistemáticas del derecho internacional humanitario. En este capítulo mencionó las crisis en Myanmar, que lleva a cabo lo que varios organismos han descrito como una campaña de limpieza étnica contra los rohingyas.

Mencionó igualmente las crisis en Siria, Yemen, Sudán del Sur, la región del Sahel y Afganistán; así como la urgencia de relanzar el proceso de paz entre Israel y Palestina.

El cuarto reto fue el cambio climático. En ese sentido, explicó que millones de personas y miles de millones de activos están en riesgo por el alza en el nivel de los océanos y los desastres naturales, que se han cuadruplicado desde 1970.

“Ya es hora de salir del camino de las emisiones suicidas. Sabemos lo suficiente hoy para actuar. La ciencia es inatacable”, sostuvo.