Otro 19 de septiembre trágico en México. Historias desgarradoras, edificios colapsados, heridos y muertos fue el saldo del sismo de 7.1 grados. Pero también gente ayudando por todos lados: la solidaridad, de nueva cuenta, fue el sello del país.
Mexicanos al grito de guerra… se escuchó en las labores de rescate en el multifamiliar de Tlalpan, por el Metro Taxqueña; pero los puños arriba de los rescatistas interrumpieron el canto y las voces de al menos 200 personas se apagaron: el puño arriba fue la señal de silencio cuando personas atrapadas en los escombros daban señales de vida.
Casos similares se repitieron en las colonias Condesa, Roma, Del Valle, Obrera, Narvarte... Pero sin duda uno de los episodios más desgarradores se dio en Villa Coapa, en el Colegio Enrique Rébsamen, donde al menos 32 niños y cinco adultos perdieron la vida.
Hombro con hombro trabajaron los mexicanos desde el pasado 19 de septiembre y eso es un orgullo. A ello habrá que agregar la presencia del Ejército, que sin duda saldrá bien reivindicado.
Y más allá de la ciudadanía organizada, la respuesta de algunas empresas no se hizo esperar. Por favor, donen por medio de Fundaciones como la de Azteca o los grandes bancos que duplicarán su aportación y así estaremos seguros de que nuestra ayuda llegará a donde debe llegar y no la utilizarán los políticos en su beneficio.
Ante la emergencia nacional declarada por el presidente Enrique Peña Nieto los legisladores analizan modificaciones al Proyecto de Presupuesto de Egresos 2018, ya que los daños podrían representar más de lo esperado.
Y es que no solo la Ciudad de México está en emergencia sino también estados como Puebla, Morelos, Guerrero y Veracruz, además de Oaxaca y Chiapas, que fueron azotados por el sismo del pasado 7 de septiembre. Por ello para el próximo año se proyectaron seis mil 800 millones de pesos para el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) y 181 millones al Fondo para la Prevención de Desastres Naturales (Fopreden).
Cantidades que se prevé se queden cortas ante las afectaciones en las entidades citadas, ya que al daño estructural e inmobiliario se suma el económico. Por ejemplo, el terremoto de 1985 generó pérdidas económicas equivalentes a 2.4% del PIB de México ese año.
Ahora, con dos eventos sísmicos en menos de dos semanas, el impacto podría ser mayor. Si la herida de hace 32 años no ha cerrado, la herida de este martes tampoco cicatrizará fácilmente. Al menos 225 muertes nos recordarán que el segundo 19 de septiembre trágico en México no se olvidará rápido.
Estilo mata carita...
La bandera a media asta ondeó en la plancha del Zócalo capitalino y en varias plazas del país y edificios, luego de que el presidente Peña Nieto decretó tres días de luto nacional por las víctimas que dejó el sismo del martes. Sin embargo, el llamado fue a no dejar de enviar ayuda a Chiapas y Oaxaca, que siguen en emergencia por el primer terremoto. Vive México… y está de pie