Una vez superada la emergencia por el sismo, la atención a los damnificados no debe agotarse ni disminuir, toda vez que las tareas de reconstrucción y reparación de daños exigirán acciones coordinadas de corto, mediano y largo plazo, señaló el ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez.
Además, destacó que para ampliar la capacidad de atención se deben emprender acciones de prevención para evitar, en lo posible, que en contingencias futuras se vuelvan a presentar afectaciones que podrían haberse evitado.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha recibido 28 quejas relacionadas con los sismos del 7 y 19 de septiembre y desde el mismo día en que ocurrieron, el organismo implementó diferentes acciones para apoyar y brindar acompañamiento a las personas afectadas, a fin de que la atención que recibieran se llevara a cabo con pleno respeto a sus derechos fundamentales.
En el ámbito de la atención psicológica, se estableció, conjuntamente con el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, un Call Center de atención psicológica, cuyo servicio se puso a disposición y conocimiento del público en general y que se mantiene funcionando.
Además, se realizaron gestiones ante el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Incife), para obtener datos de identificación de las personas fallecidas a consecuencia del sismo, que fueron trasladadas a esa institución, a efecto de colaborar con los familiares de las víctimas en las acciones de búsqueda de personas no localizadas.
Al momento, se han agilizado trámites ante las agencias del Ministerio Público sobre certificación de defunciones y liberación de cadáveres.
Además, se entabló comunicación con los tres niveles y órdenes de gobierno, así como con los organismos locales de protección a los derechos humanos de las entidades que sufrieron los mayores daños, con el propósito de establecer coordinación y articulación para el desarrollo de las acciones y actividades que se llevan a cabo.
Como muchas otras instancias e instituciones, también instaló centros de acopio, de productos comestibles, medicamentos, de higiene y enseres domésticos que se entregaron de manera directa para su distribución sistematizada a la Cruz Roja Mexicana y a las distintas zonas donde eran requeridos por víctimas y damnificados.
González Pérez refrendó el reconocimiento de la CNDH a la sociedad civil, organizaciones defensoras de derechos humanos e integrantes de las Fuerzas Armadas y policiales, cuerpos de rescate, nacionales e internacionales, por su apoyo y colaboración, solidario y comprometido, ante ambos fenómenos.
Por lo que hace al sismo del 19 de septiembre, personal de la CNDH se integró a las labores y acciones de rescate en los distintos puntos donde el colapso a la infraestructura habitacional, educativa, asistencial, comercial y de servicios diversos requería de este trabajo, así como para alcanzar la resiliencia básica de la sociedad que se vio afectada en distintas entidades federativas.
Asimismo, se conformaron equipos integrados por visitadores adjuntos, médicos, psicólogos, peritos y personal operativo, que fueron asignados a los puntos más afectados de la Ciudad de México, así como a diversos municipios de los estados de México, Morelos y Puebla, donde se realizaron entre otras actividades.
También, apoyo en las tareas de rescate, entrega de los distintos tipos de donativos en especie a la población afectada, atención psicológica, contención emocional, servicios médicos y orientación jurídica.
Respecto de las mencionadas quejas, la CNDH ha dirigido 102 oficios, de los cuales 18 son solicitudes de medidas cautelares, 19 solicitudes de información a distintas autoridades, 33 oficios a los gobernadores y Jefe de Gobierno de la Ciudad de México para la difusión de los protocolos internacionales y 32 solicitudes de implementación de protocolo al interior de centros penitenciarios.