Avanzan tropas filipinas contra acecho de islamistas

Ataques aéreos y de artillería apoyan la ofensiva

Redacción
Política
Filipinas, soldados
Foto: NTX

El ejército filipino halló los cadáveres de 22 presuntos extremistas musulmanes y decenas de bombas de fabricación casera en dos edificios tomados en uno de los últimos asaltos para poner fin a un asedio del grupo terrorista Abu Sayyaf, inspirado en el Estado Islámico (EI) en la ciudad sureña de Marawi, informó el mando militar.

El total de muertos en el asedio, que inició el 23 de mayo, superó las mil personas, de las cuales 802 eran milicianos. En los combates murieron 160 efectivos militares y policiales y 47 civiles, según el ejército.

El mayor general Restituto Padilla indicó que sus fuerzas tomaron los edificios el martes y hallaron los cuerpos junto con ocho fusiles y “docenas y docenas de artefactos explosivos improvisados”.

Padilla añadió que entre los 22 cuerpos hallados se encontraban los de algunos líderes del asedio, que duró más de cuatro meses. Peritos forenses de la policía intentaban identificar los muertos, entre los cuales había un hombre de aspecto extranjero, señaló el coronel Romeo Brawner.

“Los milicianos montaron una defensa muy tenaz en la zona”, dijo Padilla.

Añadió que el ejército trataba de tomar el control del último distrito de unos 150 edificios y viviendas en poder de 40 milicianos con 42 rehenes. Algunos generales han calculado que se pondría fin al asedio en una o dos semanas, pero Padilla se negó a dar una fecha.

Ataques aéreos y de artillería martilleaban las posiciones de los milicianos en Marawi, un centro de la religión islámica en el sur de la nación mayoritariamente católica.

Estados Unidos y Australia han enviado aviones de vigilancia y drones para ayudar al ejército a combatir el asedio, que ha provocado temores de que el Estado Islámico intenta hacer pie en la región tras las derrotas sufridas en Siria e Irak. El presidente Rodrigo Duterte declaró la ley marcial en el sur hasta fines de año para tratar de poner fin a la insurrección, la crisis más grave en lo que va de su mandato.