El son mexicano está de regreso para ser la base de la música popular mexicana del siglo XXI, aseguró Gilberto Gutiérrez Silva, director del grupo Mono Blanco, durante el anunció del festejo por los 40 años de la banda fundada en 1977 en la Ciudad de México.
En rueda de prensa, a propósito del concierto celebratorio que ofrecerá el próximo 30 de octubre en la Principal del Palacio de Bellas Artes, el músico dijo que el fandango jarocho representa hoy una de las fuertes ofertas culturales en esta ciudad, “lo cual habla de que hemos hecho un trabajo que ha podido permear la cultura de nuestro país”.
Al subrayar que “el son mexicano es una música increíble”, anotó que hace falta crear en el país una escuela “que se avoque a enseñar todo ese bagaje cultural de la interpretación virtuosa de los violines que existe en México, de tierra huasteca y de otros lugares”, comentó.
La agrupación considerada como un exponente esencial de son jarocho hoy celebrará cuatro décadas de trayectoria teniendo como invitados al Ballet Folclórico de México de Amalia Hernández, el Cuarteto de Saxofones Anacrúsax y la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCDMX), bajo la dirección de Arturo Márquez.
“Haber llegado aquí tiene mucho significado, pues hace 40 años la tradición del son jarocho estaba en riesgo y 40 años después la historia es diferente, y es emblemático el que celebremos en este espacio”, indicó Gutiérrez Silva.
En su oportunidad, el también compositor Arturo Márquez consideró que existe un antes y un después de la aparición de la agrupación de son jarocho en los escenarios. “Desde que aparece Mono Blanco con el rescate, con el afán por traernos ese son verdadero, el son veracruzano se ha abierto a muchas manifestaciones”, dijo.
Para el titular de cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín, lo que se verá en el escenario “será la armonía y dialogo profundo entre las culturas de los pueblos y las mejores expresiones de los mismos.
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