México, 13 Nov.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó que los fuertes fundamentos y el compromiso continuo de las autoridades con la estabilidad macroeconómica han sido clave para que la economía mexicana muestre una destacada fortaleza y continúe generando empleos en un entorno complicado.
Además, indicó que el régimen de tipo de cambio flexible fue de gran importancia para ajustar de manera ordenada los choques provenientes del exterior, donde destaca la sólida estabilidad macroeconómica sustentada en la aplicación de políticas fiscales y monetarias, reformas estructurales y un sistema financiero bien capitalizado.
En un comunicado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Banco de México (Banxico) pusieron a disposición la evaluación anual del Directorio Ejecutivo del FMI sobre la economía mexicana 2017, en el marco del Artículo IV de su Convenio Constitutivo.
En ésta, el FMI reconoció además que las reformas estructurales han contribuido al aumento en la actividad económica, al impulsar la inversión, reducir los precios y generar una mayor provisión de servicios, lo que también genera impacto positivo en el crecimiento y en la reducción de la pobreza.
Así, proyecta que la economía crezca un 2.1 por ciento en 2017, donde el consumo privado sigue siendo el principal motor de la actividad, respaldado por las exportaciones manufactureras, aunque con una inversión débil en medio de la incertidumbre sobre el futuro de las relaciones comerciales de México con Estados Unidos.
Espera además que el crecimiento se desacelere ligeramente en 2018, antes de que retome velocidad a medida que se resuelva la incertidumbre.
Mientras que para la inflación general anual, que se aceleró a más de 6.0 por ciento como reflejo de la reciente liberalización de los precios de la gasolina, prevé que converja gradualmente hacia su objetivo (de 3.0 por ciento) para finales de 2018.
El Fondo Monetario destacó que la mayor astringencia monetaria fue exitosa para mantener bien ancladas las expectativas de inflación de mediano y largo plazos, y que la postura monetaria actual es congruente para que la inflación converja a dicha meta.