Tapetes florales perfuman Festival de Música de Morelia

El paseo ya es una tradición para los michoacanos.

Redacción
Todo menos politica
Tapetes florales
Foto: NTX

“Muchas flores, todas las que puedan cortar 84 personas en el campo, tantas que ni las podemos contar, son las que este año despeluqué, sentadito yo en mi casa, porque ya casi no puedo salir, por mi edad. Trabajamos cuatro días completos para armar 84 cuadros, uno por cada artesano”, señaló Don Neftalí Ayungua Suárez.

El viejo artista explicó a Notimex, durante una entrevista, que así es como se elaboran los mundialmente conocidos Tapetes Florales de Patamban, que desde hace años adornan la Calzada Fray Antonio de San Miguel, en esta ciudad, como parte del atractivo visual que ofrece el Festival de Música de Morelia al visitante que recorre las calles morelianas.

“Antes venía el gobernador del estado; ahora no vino”, lamentó el artesano que de las 3 a las 9 de la mañana dirigió la elaboración del tapete cuyo principal motivo es la dotación instrumental utilizada por orquestas y grupos de cámara. “Los artesanos ya tienen mucha práctica, somos de Patamban, comunidad del municipio de Tangancícuaro, Michoacán”.

Todo comenzó durante la gestión de Fausto Vallejo, primero como alcalde de Morelia (un cargo que ocupó cuatro veces) y luego como gobernador de Michoacán. “Dijo que mientras él estuviera en el gobierno, nuestro tapete estaría cada año aquí. Lo cumplió y a pesar de que él ya dejó esos cargos, nosotros seguimos aquí, reconocidos por el pueblo”, comentó.

Colores, aromas, texturas, formas, incluso sabores en un abanico de manufactura preciosa es lo que el paseante percibe al deambular por esa avenida de añeja fama en la capital de Michoacán. Durante 14 años consecutivos, los tapetes están presentes en este festival, y cada año, con una nueva propuesta. Este 2017 el eje temático es #Todos somos música”.

El paseo ya es una tradición para los michoacanos y las miles de personas que de todos los rincones de la entidad, diferentes zonas de la geografía nacional, y aún del extranjero, se dan cita cada otoño para vivir esta singular costumbre. Arte perecedero, en efecto, pero que bien cumple su cometido: Mostrar otra manera de hacer arte entre los michoacanos.

Amapola, pétalos de Cempasúchil, Bugambilia y Margaritas; flores completas de Ave del Paraíso, Gladiolas y otras más, dan forma a los cromos que en conjunto hacen un tapete monumental que asombra a niños, jóvenes y adultos, sin distingos de edad o lugar de procedencia, pues la experiencia es multisensorial. “Al gobierno le cuesta alrededor de 90 mil pesos”, reveló Don Neftali.

El tapete mide alrededor de 160 metros por dos metros de ancho. Cada artesano elabora dos metros cuadrados. “La tradición inició por la devoción que le tenemos a Cristo Rey allá en el pueblo. Le elaboramos su tapete para honrarlo, pero como a la gente le gustan, ahora nos llaman para que les hagamos uno; Hoy, los hacemos por devoción al dinerito”, rubricó Don “Nefta”.

Luego vino la inauguración formal de la monumental obra de arte efímero. Previamente, un entremés con la Orquesta y Coro de la Transformación dirigidos por el violinista William Harvey y luego, una presentación por parte de Les Transformateurs Acoustiques. Todo estuvo bien, pero todos extrañaron a un pato precioso que hace dos años andaba por ahí.