Entrega México visas de paso a caravana de migrantes

La procesión fue criticada por el presidente Donald Trump

Redacción
Política
Caravana de migrantes centroamericanos
Foto: AP

Matías Romero, Oaxaca, 4 de abril. El gobierno mexicano comenzó a entregar el miércoles visas humanitarias o de tránsito a las personas que conforman una caravana de migrantes centroamericanos e informó que la procesión de unas mil personas que fue criticada por el presidente estadounidense Donald Trump ya comenzó a dispersarse.

Algunos migrantes que despertaron el miércoles en el campamento dijeron que probarían su suerte y solicitarían asilo en Estados Unidos y otros en México.


Elmer Zelaya Gómez, un salvadoreño de 38 años de edad, ha estado durmiendo en un campo de fútbol junto con su esposa y sus tres hijos de 7, 13 y 14 años, mientras esperan que México les conceda las visas de tránsito y puedan continuar hasta la frontera norte. Zelaya Gómez quiere solicitar asilo en Estados Unidos y reunirse con parientes en Nueva York.

“Nosotros no venimos de nuestros países solamente porque queríamos salir... es por la seguridad de nuestros hijos”, declaró el salvadoreño.

Las caravanas, llamadas “Viacrucis del Migrante”, son eventos simbólicos que se celebran anualmente coincidiendo con la Semana Santa para hacer conciencia sobre la complicada situación que viven los migrantes. La comitiva nunca ha salido del sur de México, aunque algunos participantes continúan hacia el norte por su cuenta.

Las airadas declaraciones del presidente Trump contra la caravana y la supuesta permisividad del gobierno mexicano para permitirle continuar dejaron confundidos a los migrantes, quienes niegan ser una amenaza. Muchos de ellos nunca tuvieron la intención de ir a Estados Unidos una vez terminada la procesión.

Hasta los coordinadores de la caravana parecieron malinterpretar el debate en Estados Unidos cuando Trump respaldó una “opción nuclear” para obtener fondos en el Congreso para su muro fronterizo. El martes les contaron a las preocupadas familias que el dirigente había expresado la idea de utilizar un arma nuclear contra la caravana, formada principalmente por mujeres y niños que huyen de la violencia en Centroamérica.

El gobierno mexicano dijo en un comunicado a última hora del martes que su política migratoria “no está sujeta a presiones”, pero recalcó que la caravana “comenzó su dispersión por decisión de sus integrantes”.

En un comunicado emitido por las secretarías de Gobernación y de Relaciones Exteriores, el gobierno mexicano agregó que 465 migrantes habían solicitado oficios de salida (visas de tránsito), de los cuales 230 las obtuvieron, y que otros 168 probablemente obtendrían algún tipo de visa para permanecer en México.

Los organizadores de la caravana señalaron que el gobierno mexicano no los había presionado y que continúan con los planes de celebrar un simposio sobre los derechos de los migrantes esta semana y terminar con una visita a la Ciudad de México. La caravana nunca tuvo la intención de llegar a la frontera con Estados Unidos.

Tras escuchar que Trump planteó la posibilidad de enviar tropas a defender la frontera, Irineo Mujica, director de Pueblo Sin Fronteras, el grupo activista detrás de la caravana, reunió a las mujeres y niños del campamento en torno a él y preguntó a cuál de ellos le tenía miedo el mandatario.

“Todas las mujeres, niños que vienen huyendo la violencia”, informó. “Estos niños no son militares”.

El martes por la noche, las autoridades migratorias mexicanas entregaron los primeros documentos a algunos integrantes de la caravana. Algunos les dan 20 días para transitar por el país en su camino hacia la frontera con los Estados Unidos con el objetivo declarado de solicitar asilo allí. Otros obtuvieron documentación que supone un primer paso para solicitar una visa de residencia humanitaria personas especialmente vulnerables o para iniciar el proceso de solicitud de asilo en México.