Biomarcador para diagnóstico de Linfoma Cutáneo Agresivo

Revelan la importancia de la proteína quinasa TAK1 en el diagnóstico.

Redacción
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Biomarcador
Foto: NTX

México, 12 Abril. Investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), en Barcelona, identificaron un biomarcador que facilita el diagnóstico del Síndrome de Sézary, un tipo de linfoma cutáneo agresivo que en etapas avanzadas es incurable.

De acuerdo con un estudio publicado en la página oficial del Hospital del Mar, en donde se ubica el IMIM, los investigadores revelaron la importancia de la proteína quinasa TAK1, importante en el diagnóstico de esta enfermedad de un subtipo de linfoma cutáneo de células T.

Es un síndrome que afecta sobre todo a personas a partir de los 50 a 60 años y, en estos momentos, no hay ningún tratamiento efectivo; la única alternativa, en los pacientes más jóvenes, es el trasplante alogénico de médula ósea.

Los expertos certificaron primero en modelos in vivo, en ratones y después con muestras de pacientes, que la proteína quinasa TAK1, que se sabe es esencial en el desarrollo de los linfomas de células B, está relacionada al Síndrome de Sézary.

Con estos resultados, los científicos aseguraron que se dispone de un biomarcador que facilita el diagnóstico de la enfermedad, lo que será un paso importante para encontrar un tratamiento, comentó el investigador principal del estudio, Luis Espinosa.

En este sentido, explicó que el biomarcador identifica y ayuda a diagnosticar, y estratificar a los pacientes que se podrán tratar con los inhibidores de estas vías, lo que representa una posibilidad que aún está pendiente de más estudios.

Por su parte, el jefe de sección del servicio de Dermatología del Hospital del Mar, el doctor Fernando Gallardo destacó la importancia de los resultados del estudio para un grupo de pacientes afectados por una enfermedad.

Añadió que se trata de un tipo de linfoma muy agresivo, sin otro tratamiento curativo que el trasplante alogénico de médula ósea o bien quimioterapia paliativa.

“Por lo tanto, abrir esa puerta para el diagnóstico y el posible tratamiento es una gran noticia para estos pacientes”, resaltó.

El especialista expuso que el síndrome es una enfermedad heterogénea desde el punto de vista genético y, por ello, es tan importante encontrar nuevos biomarcadores que puedan identificarla; sin embargo, aún se evalúa la posible aplicación clínica de estos hallazgos, a través de nuevos modelos in vivo a partir de muestras tumorales de los pacientes.