La obesidad es una enfermedad crónica, incurable, pero controlable. De acuerdo con la ENSANUT 2016 Medio camino, más del 73 por ciento de las personas mayores de 20 años tienen sobrepeso u obesidad, es decir, siete de cada diez mexicanos. Y en cuanto a la población infantil, el 30 por ciento de los menores presentan ya esta condición, lo cual los condiciona a presentar problemas como diabetes, hipertensión arterial, hígado graso o infertilidad, advirtieron especialistas.
Aunque existe un importante arsenal de medicamentos para la pérdida de peso, que combinado con un programa nutricional adecuado, actividad física y apoyo sicológico, puede llevar a las personas a recuperar su peso normal, aún no están en el Cuadro Básico de Medicamentos del país, pues las autoridades sanitarias consideran que no es necesario, que se puede recuperar el peso ideal solo con restricción alimentaria y ejercicio, comentó Raúl Morín Zaragoza, presidente fundador de la Academia Mexicana para el estudio de la Obesidad (AMEO).
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) exhortó a la industria farmacéutica a ofrecer más opciones terapéuticas para el tratamiento y control de la obesidad. En México se cuenta con una lista variada de medicamentos seguros, pero solo se utilizan en el sector médico privado como coadyuvante en los cambios en el estilo de vida del paciente, que incluye activación física y medidas higiénico dietéticas”, agregó el especialista.
Morín Zaragoza resaltó que una pérdida de peso corporal de cinco a 10 kilogramos, equivale a una reducción de los riesgos de presentar enfermedades metabólicas, cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares. “Hoy en día el objetivo es disminuir los factores de riesgo y aumentar la calidad de vida”, insistió.
Explicó que “los medicamentos que se utilizan para controlar el peso tienen la función de inhibir el hambre. De esa manera el paciente se puede adherir más fácilmente a su dieta hipocalórica, es decir que esté por debajo de los requerimientos diarios, para que pueda consumir lo que tiene almacenado. Por eso es que los tratamientos son a largo plazo, se tienen respuestas en los tres a seis meses”.
Morín Zaragoza precisó que en la actualidad las personas consumen más alimentos procesados, ricos en azúcares y grasas de origen animal, además de que hay pocos espacios para moverse. De tal forma que “tenemos obesos desnutridos, estamos en un mundo en que la mitad de la población se muere de hambre y la otra mitad está con problemas de obesidad”, dijo y añadió que en la obesidad “no existe el rebote, sino recaídas”.
Por su parte, Carlos López Patán, director general de Medix, laboratorio nacional que cuenta con 15 productos para el tratamiento de sobrepeso y obesidad, de los cuales 12 son fármacos. “De 73 millones aproximadamente de mexicanos que tienen problemas de sobrepeso u obesidad, solo un millón y medio cuenta con tratamiento para la pérdida de peso, que no representa ni el cinco por ciento”, comentó.
Agregó que la empresa ha realizado los trámites para que los medicamentos sean considerados en el Cuadro Básico, al igual que otros laboratorios, pero hasta el momento no han sido considerados. “La dieta y el ejercicio son importantes en el tratamiento de la obesidad, y los medicamentos son herramientas que ayudan al paciente a una mayor adherencia al tratamiento, el cual va de los seis meses a los dos años”, precisó.
Por último, Rebeca Madrid, director Comercial de Medix, advirtió que las principales causas de muerte en el país son las cardiovasculares y los problemas metabólicos, que están directamente relacionados con el sobrepeso y la obesidad. Si se controla a tiempo, se pueden prevenir las complicaciones.
La obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial y cada año mueren, como mínimo 2. 8 millones de personas a causa de las enfermedades relacionadas. Aunque anteriormente se consideraba un problema confinado a los países de altos ingresos, en la actualidad la obesidad es prevalente en los países de ingresos bajos y medianos, concluyó.