Con el triunfo virtual de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), México es testigo de la reconfiguración del sistema de partidos, pues todos están muy debilitados. Asimismo, estamos ante la posibilidad de transitar a una democracia más consolidada porque los grupos tradicionales que han controlado el poder han quedado completamente desarticulados y pulverizados frente a una mayoría que, cansada y harta de cómo se ha manejado al país, se manifestó en las urnas, señaló Enrique Gutiérrez Márques, director del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana.
Para el académico el PRD quedó prácticamente desarticulado; mientras que el PAN se fracturó y tendremos que ver cómo se recompone; incluso, el especialista prevé que muchos militantes de estos institutos podrían buscar un nuevo partido. Añadió que será interesante ver cómo se disputarán el control del PRI, pues es probable que el Grupo Atlacomulco pierda las riendas, tras la estrepitosa derrota en este proceso electoral:
“Los elementos importantes que en este 2018 suceden es que existe una posibilidad real de circulación de élites y de ruptura de los grupos tradicionales que han controlado el ejercicio de gobierno, lo cual habla de la posibilidad de modificación del sistema político mexicano”, explicó el académico.
Gutiérrez señaló que tanto a la sociedad civil como a los medios de comunicación, universidades y empresarios les toca exigir que las cosas se conduzcan de acuerdo a un plan institucional y evitar a toda costa que esa gran movilización que se vio durante las elecciones y el triunfo inédito no se consolide como un partido hegemónico que domine todo el espacio político.