La Organización Nacional Anticorrupción (ONEA), denuncia que al llegar el momento de desalojar sus respectivas oficinas en el Palacio Legislativo de San Lázaro, algunos trabajadores de ciertos grupos parlamentarios “se llevaron hasta las televisiones del recinto; además hubo agresiones en contra la prensa que capturaba evidencia”.
La ONEA añade: “El pasado 10 de agosto fue el último día para que los diputados salientes de la LXIII Legislatura desalojaran las oficinas en San Lázaro. Los legisladores no trabajaron mucho durante su estancia en el Congreso, pero al irse algunos trabajadores se llevaron hasta las televisiones que son propiedad del Congreso”.