PRI: camino a la renovación

Claudia Ruiz Massieu, presidenta nacional hasta 2019  

Norberto Vázquez
Nacional
PRI
Foto: Notimex.

Ciudad de México, 27 de agosto. La XLIII Sesión Extraordinaria del Consejo Político Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI)ratificó a Claudia Ruiz Massieu como su presidenta nacional por un año más para así terminar su encomienda en agosto de 2019, lapso en el que su trabajo partidista definió ella misma como la “transición entre el partido presidencialista y vertical del siglo XX, cuyas inercias aún no terminan de agotarse, y el partido democrático y horizontal del siglo XXI”.

Y es que tras 89 años de existencia, la mayoría de los cuales estuvo en el poder político, los analistas visualizan hoy a un PRI que debe mirarse al espejo de la historia para asumir el dilema: desaparecer de plano siendo el partido que inició en 1929 o cambiar: unirse para reestructurarse en armonía con las nuevas condiciones de nuestra democracia y ser oposición responsable y eventualmente intentar recuperar el poder.


Al parecer con miras a ese futuro inmediato su nueva presidenta nacional rindió protesta en medio del respaldo de gobernadores, legisladores, organizaciones del partido y militancia con la misión de “reformar y fortalecer” al instituto político.

Mientras tanto trascendió entre las fuentes consultadas que será Rolando Zapata —el aún gobernador de Yucatán, próximo a dejar el cargo el 1 de octubre venidero— quien probablemente ocupe la Secretaría General del tricolor, que a su vez deja vacante Claudia Ruiz Massieu.

Retos

Durante su toma de protesta en el auditorio Plutarco Elías Calles del PRI el lunes 20 de agosto Ruiz Massieu pronunció un discurso que no dejó dudas sobre la urgencia de reposicionar a su partido en el escenario político nacional: “El 1 de julio la ciudadanía nos castigó con su rechazo. No solo ganó (la Presidencia de la República) una nueva fuerza política: también se reconfiguró radicalmente el equilibrio de poder en todos los niveles de representación y en prácticamente todo el país”.

En este sentido añadió que en el próximo sexenio y durante la siguiente Legislatura del Congreso de la Unión el PRI “enfrentará un escenario que jamás habíamos experimentado: ser simultáneamente oposición al Poder Ejecutivo y un partido minoritario en el Poder Legislativo. La misma situación se replica en diversos gobiernos estatales, Congresos locales y ayuntamientos”.

Y en este que resulta el momento más difícil en la historia moderna de su partido puntualizó: “No represento a ningún grupo ni corriente. Les pido su confianza para representarlos a todos ustedes. Vengo con humildad, responsabilidad y amor por nuestro partido para pedir el apoyo, el acompañamiento y el respaldo de sus bases. Vengo no solo a protestar un cargo: vengo para hacer un compromiso personal con cada priista. Porque antes que dirigente soy militante”.

Ruiz Massieu dijo que no hay que señalar al adversario para buscar explicaciones: “Para encontrar respuestas hay que voltear a vernos a nosotros mismos. Como partido todos somos corresponsables. Hay que decirlo: no supimos defender nuestro partido. Nos olvidamos de nuestros orígenes cuando abandonamos la acción política de base. Privilegiamos el pragmatismo sobre nuestros principios; nos dejamos seducir por el poder”.

Aclaró que “cerramos en las cúpulas las decisiones que le pertenecen a la militancia y al hacerlo la marginamos y nos desdibujamos. Nos acercamos demasiado a las élites y nos distanciamos de las causas ciudadanas. Pasamos más tiempo en los despachos que en las calles. Se nos olvidó que un partido promueve causas, gestiona para dar respuestas a las necesidades sociales, y es el gobierno quien da solución mediante políticas públicas”.

Asimismo analizó algunas causas de su derrota electoral. “Nos alejamos de la realidad social. Nos faltó sensibilidad. Permitimos que otros se apropiaran de nuestras banderas, perdimos identidad y legitimidad como el partido popular de México. No alzamos la voz a tiempo para denunciar y castigar la corrupción que se generó en nuestras propias filas”, apuntó Ruiz Massieu.

Más aún, señaló, “dejamos que los cínicos y abusivos mancharan la imagen y lastimaran la reputación de los millones de mujeres y hombres honrados, patriotas y trabajadores del PRI: los militantes que tocan las puertas y piden el voto por nosotros; los servidores públicos que trabajan incansablemente por México; los liderazgos sociales que son la cara del partido en cada rincón del país”.

Y reflexionó la nueva presidenta nacional del PRI: “Si la alternativa política que triunfó el 1 de julio no tenía ni la mitad de nuestras estructuras, ni de nuestros gobiernos ni de nuestra militancia ¿por qué ganaron? Nos ganaron con nuestras propias armas: supieron escuchar mejor a las bases y a los ciudadanos, ofrecieron cosas concretas para demandas específicas. Tuvieron mayor capacidad para entender que toda actividad política tiene una dimensión ética, que la gente no solo vota por intereses sino por esperanza y por principios”.

Rumbos

El politólogo y analista Carlos Ramírez define cómo queda el PRI después del pasado 1 de julio: “Reducido a su mínima expresión y a un paso de su extinción con 13.5% de voto directo, 45 diputados, 14 senadores... El PRI queda al borde del abismo de su derrumbe final con pérdida del registro, solo con la posibilidad de que en las elecciones legislativas de 2021 recupere algunas posiciones”.

Así que el PRI, opina Ramírez, “queda débil en posiciones, dividido en su interior y con un presidente de la República que colabora más con (Andrés Manuel) López Obrador que con el PRI”, define.

Sobre cómo ve los movimientos de sus cúpulas, sectores y militancia, explica: “Los enfrentamientos al interior del PRI son lógicos y ocurren cada que se tropieza con la oposición. Hasta ahora hay dos grupos enfrentados: los peñistas, quienes quieren conservar el partido hasta 2019 y renovarse con otro afín hasta 2024, y los opositores, hasta ahora visibles con la Corriente Democracia Interna y otros que se mueven de manera callada. El PRI disputa el control del partido para las elecciones de gobernadores, legisladores locales y presidenciales que vienen”, afirma.

Por lo anterior, agrega, “el fracaso del PRI en 2000 y 2006 tuvo como salida el poder económico, político y mediático del gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto (2005-2011) y potenció la recuperación hacia 2018 por el mediocre gobierno panista de Felipe Calderón Hinojosa. Lo malo para el PRI es que en los grupos y subgrupos en pugna no hay una figura que lidere la reconstrucción y el impulso popular de López Obrador y sus 30 millones de votos van a seguir poniendo el juego político cuando menos hasta las legislativas federales de 2021”.

El analista político Alberto Aguirre dice a su vez que “la numeralia peñista admite un récord: es el sexenio que más presidentes del CEN del PRI ha visto pasar. Desde Pedro Joaquín Coldwell —quien levantó la mano del candidato triunfador de las elecciones hace seis años— hasta Ruiz Massieu, ocho personalidades habrán dirigido al tricolor. Una decena, si se cuentan a Cristina Díaz y Humberto Moreira, desde que Enrique Peña Nieto fue perfilado a la candidatura presidencial”, expone.

Dice que la prelación, en este caso, “aseguró el ascenso de la ex canciller, pero su integración en la lista de candidatos plurinominales al Senado de la República y su abierto enfrentamiento con el grupo videgarayista impedían su promoción. Así que una breve separación de su cargo partidista permitió que su paisano el ex gobernador René Juárez y el ex mandatario de Coahuila, Rubén Moreira, se incorporaran al CEN, lo que implicó el desplazamiento de Héctor Gómez Barraza de la Secretaría de Operación Política y de José María Tapia de Acción Electoral”.

Para los consultados aprender de la historia sería el mejor consejo para los militantes, bases, sectores y dirigentes del tricolor con la finalidad de gestar un nuevo rumbo que los concilie con una sociedad a la que tanto sirvieron pero que este 1 de julio no les perdonó antecedentes poco transparentes en la gestión pública.

Oportunidad

Carolina Monroy, ex presidenta del PRI, también reconoce que el tricolor atraviesa por una crisis, pero considera que está lejos de fenecer como partido y, por el contrario, estima que podría sacar provecho de los cambios: “Sería positivo cambiarle el nombre; se necesita una transformación profunda que tiene que ver más con la forma y el fondo; ahora se requiere renovar los procesos; pero sobre todo se necesita volver a escuchar a la base: si se limitan a un diálogo entre liderazgos no servirá de nada y no va a salir del sitio en el que se encuentra”.

Monroy dice que a la militancia se le observa enojada, “pero la militancia sigue creyendo en su partido, aunque está decepcionada frente a la toma de una gran cantidad de decisiones”.

La mexiquense determina: “Hoy creo, incluso, que vivimos en una especie de promiscuidad ideológica, donde no existen rasgos claros que identifiquen una corriente política de otra. En este momento el priismo debe platicar con las bases, pero sobre todo hacer un acercamiento real y un verdadero intercambio de opiniones en el que los liderazgos de sectores y organizaciones no se impongan”.

En igual sentido se pronuncia Paul Ospital, presidente del Instituto Reyes Heroles, quien afirma que “el PRI está inmerso en un proceso de transformación en el que busca ser un gran igualador de opiniones y darle voz a quienes no la tienen, incluyendo a los jóvenes. Hoy vivimos la peor crisis de la historia del PRI: ahí están los números. En esta gran crisis está la gran oportunidad para renacer, para evolucionar. Yo le llamo a esta etapa la cuarta evolución del partido”.

Ospital asegura que “los jóvenes tienen la gran oportunidad de alzar la voz, de poner la agenda que defenderá el PRI por los próximos años y de hacer un partido mucho más progresista, más liberal y con posturas mucho más claras”.

Diputados ganados por el PRI mediante elecciones 1994-2018

Año

Curules

1994

300

1997

239

2000

211

2003

225

2006

104

2009

237

2012

213

2015

203

2018

21

Fuente: Integralia

Senadores ganados por el PRI mediante elecciones 1994-2018

Año

Escaños

1994

95

2000

60

2006

33

2012

54

2018

12

Fuente: Integralia

Gobernadores del PRI

Campeche: Alejandro Moreno Cárdenas

Colima: José Ignacio Peralta Sánchez

Coahuila: Miguel Riquelme Solís

Estado de México: Alfredo del Mazo Maza

Guerrero: Héctor Astudillo Flores

Hidalgo: Omar Fayad Meneses

San Luis Potosí: Juan Manuel Carreras López

Sonora: Claudia Pavlovich Arellano

Sinaloa: Quirino Ordaz Coppel

Oaxaca: Alejandro Murat Hinojosa

Tlaxcala: Marco Antonio Mena Rodríguez

Zacatecas: Alejandro Tello Cristerna

Diez datos

Fundación La fundación del Partido Nacional Revolucionario (PNR) se concreta el 4 de marzo de 1929, después de que se aprueban sus documentos básicos en una convención realizada en el Teatro de la República, en la ciudad de Querétaro.

Revolucionario A partir de 1938 cambia de nombre a Partido de la Revolución Mexicana (PRM), denominación que mantiene hasta 1946.

Institucional En 1946 se le cambia de nuevo la denominación y se establece la de Partido Revolucionario Institucional (PRI), nombre que mantiene hasta la actualidad.

Componentes El partido se conforma por un órgano de gobierno (el Comité Ejecutivo Nacional), sectores de agrupaciones de afiliados (popular, campesino y obrero), organismos políticos (de jóvenes, mujeres, capacitación política, entre otros) y organismos adherentes (diversas asociaciones civiles).

Militares En los inicios del partido había un cuarto sector cuyos intereses estaban representados en el partido: el militar; sin embargo, en los cuarenta se eliminó a este sector de la estructura partidista.

Presidencias del CEN En su historia ha tenido más de 50 presidencias en su Comité Ejecutivo Nacional.

Poder ininterrumpido Gobernó de manera ininterrumpida durante 70 años y nueve meses, desde el primer candidato que compitió y ganó bajo las siglas del PNR en 1930, Pascual Ortiz Rubio, hasta su primera derrota oficial en 2000.

De izquierdaEstá afiliado a la Internacional Socialista, organización mundial de partidos de izquierda.

Fuera del poder Estuvo doce años fuera del gobierno federal, entre 2000 y 2012, cuando gobernó el Partido Acción Nacional (PAN).

Primera derrota estatal La primera ocasión que perdió una elección de gobernador en alguna de las entidades federativas fue en 1989, cuando el panista Ernesto Ruffo Appel logró el triunfo sobre la priista Margarita Ortega Villa.