19-S: Un Año

A doce meses de los terremotos del 7 y el 19 de septiembre.

Norberto Vázquez
Sismo 19-S
Cuartoscuro

Los mexicanos habíamos logrado ya organizarnos para enfrentar las consecuencias del sismo del 7 de septiembre que sacudió en el sudeste a Oaxaca, Chiapas y Tabasco, cuando el 19 de septiembre, aniversario del terremoto de 1985, otro temblor causó más muerte y destrucción incluyendo esta vez a la Ciudad de México, Morelos, Estado de México, Guerrero, Puebla, Hidalgo, Tlaxcala y Veracruz.

Fueron dos terremotos que en un lapso de 13 días pusieron al país en pie de lucha y dieron lugar a un solo ánimo en la sociedad: el de la solidaridad de los ciudadanos dispuestos a otorgar todo apoyo posible a los compatriotas que lo necesitaron.

Los sismos derribaron edificios, casas y negocios, pero los mexicanos nunca se derrumbaron.

Hoy persisten escombros en algunas calles y avenidas de once estados del país aquejados por los sismos, recordatorios de la tragedia que inició la noche del 7 de septiembre de 2017 y se acrecentó doce días después, cerca de la una de la tarde, pero que en medio de la destrucción mostraron la unidad de un México herido pero determinado a salir adelante en la reconstrucción.

El cálculo oficial para enfrentar los daños que causaron los sismos es de más de 48 mil millones de pesos, lo que implica que el proceso ya está en marcha pero lleva su tiempo.

A continuación, cifras y voces oficiales sobre el proceso de reconstrucción en las entidades afectadas a un año de los terremotos.

Cifras

El temblor del 7 de septiembre registró una magnitud de 8.2 grados, con epicentro en Pijijiapan, Chiapas; mientras que el sismo del 19 de septiembre fue de 7.1 grados y tuvo epicentro en Axochiapan, Morelos.

Datos del recién presentado Sexto Informe de Gobierno, de la Presidencia de la República, confirman que por desgracia hubo 471 víctimas mortales en ambas eventualidades, que en conjunto afectaron a Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Morelos, Puebla, Hidalgo, Tlaxcala y Veracruz.

Para la atención de la emergencia se activaron los protocolos de protección civil de los tres órdenes de gobierno, por lo que el Poder Ejecutivo respondió con la activación del Comité Nacional de Emergencias, con la participación de dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, así como un órgano autónomo en coordinación con instituciones de la iniciativa privada y del sector social.

Así se administró y coordinó de manera consensuada el apoyo del gobierno de la República a las entidades federativas afectadas.

De acuerdo con el informe se puso en operación el Plan MX y más de 27 mil elementos de las Fuerzas Armadas se desplegaron: más de 18 mil 200 elementos militares y más de ocho mil 800 navales que participaron en la remoción de escombros, activaron albergues, trasladaron personas hacia áreas seguras, proporcionaron consultas médicas o sicológicas y transportaron y distribuyeron más de siete mil 200 toneladas de víveres.

Con las labores inmediatas de atención a la emergencia se rescató con vida a 69 personas de los escombros.

Al mismo tiempo México recibió ayuda humanitaria de diez países (Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, China, Ecuador, Italia, Rusia y Venezuela). Además, en coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores se recibieron, coordinaron y movilizaron 26 equipos internacionales de búsqueda y rescate, así como evaluadores estructurales internacionales y equipos de la Organización de Naciones Unidas y de la Unión Europea.

En cuestión de apoyo de recursos públicos, para atender las afectaciones se emitieron once “declaratorias de desastre” que autorizaron más de 38 mil millones de pesos, de los que 29 mil 694 millones de pesos correspondieron a la aportación federal por medio del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) y ocho mil 400 millones de pesos a la aportación que corresponde a las entidades federativas afectadas: a junio de 2018 la ejecución de recursos del Fonden presentó un avance físico de 46.9% y financiero de 45 por ciento.

Se puso en marcha un plan de acción coordinado dividido en tres etapas: resguardo, registro y reconstrucción.

En la primera etapa más de cinco mil personas fueron atendidas en diversos albergues; 14 mil personas recibieron alimentos en 187 de ellos; en el sector salud más de 324 mil atenciones médicas, sicológicas, de urgencia y hospitalizaciones se otorgaron sin importar derechohabiencia; más de tres mil camas hospitalarias se liberaron para la atención de la emergencia, y se contó con la participación de 30 mil médicos, paramédicos, personal de enfermería, sicólogos y brigadistas, entre otros.

En la etapa de registro se llevó a cabo un censo que permitió verificar y cuantificar las pérdidas materiales.

Reconstrucción

El proceso de reconstrucción se concentra en seis áreas prioritarias, comenzando con las viviendas afectadas. Los datos establecen que se registraron 170 mil 495 viviendas aquejadas y en situación de recibir apoyo del Fonden: 59 mil 867 con daño total y 111 mil 628 con daño parcial.

Hasta junio de 2018, 164 mil 455 titulares de viviendas dañadas recibieron apoyo monetario y en materiales de construcción mediante tarjetas del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi). Están en proceso siete mil 39 casos especiales de familias que no han recibido su apoyo debido a que los titulares no han recogido tarjetas, salieron de la localidad donde residían, hay algún litigio familiar o fallecieron las personas a cuyos nombres estaba el trámite.

En reparación de escuelas la Secretaría de Educación Pública (SEP), mediante el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (Inifed), ha coordinado con las autoridades educativas estatales las actividades relacionadas con la atención de los daños causados a la infraestructura física educativa.

Se conformó un listado de 19 mil 784 escuelas con daños, contándose con un financiamiento federal para su atención de 18 mil 347 millones de pesos, de los que nueve mil 116 millones de pesos son del Fonden; seis mil 731 millones del Programa Escuelas al CIEN; 700 millones del Programa de la Reforma Educativa y mil 800 millones de pesos de las aseguradoras.

Con excepción de la CDMX las entidades federativas reportan periódicamente a la SEP-Inifed sobre el estado de las obras de reconstrucción y rehabilitación de planteles y es su responsabilidad, por medio de los institutos locales de la Infraestructura Física Educativa, la ejecución de obras y administración de las distintas fuentes de financiamiento federal.

En la CDMX, cuya rehabilitación de planteles se encuentra directamente a cargo del Inifed, mil 830 resultaron con afectaciones: mil 71 de estos con daños menores, 750 con afectaciones de moderadas a severas y nueve con daños graves. Al mes de junio de 2018, mil 406 ya habían sido concluidas, 417 se encontraban en proceso de rehabilitación y siete con trabajos pendientes, en espera de la determinación que al efecto emitan el Instituto Nacional de Bellas Artes o el Instituto Nacional de Antropología e Historia, con motivo de su catalogación.

Sobre el Patrimonio Cultural nacional, fueron dañados dos mil 221 inmuebles patrimoniales, entre edificaciones religiosas y civiles, museos y zonas arqueológicas en once entidades federativas: Oaxaca (559), Puebla (530), Estado de México (279), Morelos (259), Ciudad de México (197), Tlaxcala (134), Chiapas (114), Guerrero (95), Tabasco (27), Veracruz (14) e Hidalgo (13).

La recuperación de este patrimonio por las tareas de especialización se extenderá hasta el segundo semestre de 2020. Los recursos destinados para estos trabajos son principalmente del Fonden y el seguro contratado por el INAH. Al mes de junio de 2018 se habían restaurado 278 bienes culturales: 216 monumentos históricos inmuebles, 50 monumentos históricos muebles y doce zonas arqueológicas.

En materia de vías de comunicación se coordinaron diversas acciones de reconstrucción en Oaxaca, Chiapas, Morelos, Puebla, Guerrero y Estado de México para atender los daños y restablecer en su totalidad y de manera inmediata el paso vehicular y la conectividad de la red carretera afectada.

Al 30 de junio del presente año se contaba con un avance de 80% en la reconstrucción de la infraestructura de carreteras federales, caminos rurales y puentes afectados.

En cuestiones de bienes y servicioel 11 de septiembre de 2017 se emitió un “decreto” para apoyar a la actividad económica de las zonas afectadas por los sismos en Chiapas y Oaxaca mediante diferentes exenciones fiscales con importante impacto.

Asimismo en las zonas afectadas por el sismo del 19 de septiembre se establecieron medidas para atender los requerimientos de la población afectada en función de sus características económicas.

Por su parte, a junio de 2018 el Instituto Nacional del Emprendedor apoyó a un estimado de 13 mil 329 Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes) que resultaron afectadas en Oaxaca, Chiapas, Morelos, Guerrero, Puebla y Estado de México.

Además apoyó con garantías líquidas (préstamos personales que deja en garantía un porcentaje del empréstito) 697 proyectos por un monto de 893 millones de pesos para beneficiar a Mipymes que resultaron afectadas.

Cabe apuntar que en estos procesos burocráticos y de otorgamiento de apoyos financieros gubernamentalesel Sistema Integral de Denuncias Ciudadanas (Sidec, derivado de los sismos del 7 y el 19 de septiembre de 2017) habilitó el registro de varias denuncias contra servidores públicos por irregularidades en las acciones de rescate y reconstrucción: al 30 de junio de 2018 se habían recibido 50 asuntos.

CDMX

La administración capitalina informó que para 2018 la CDMX tuvo un presupuesto de casi diez mil millones de pesos para continuar con la reconstrucción desglosados en varios rubros: cinco mil millones para Fondo de Reconstrucción, Recuperación y Transformación; dos mil 754 millones etiquetados para Agencia de Gestión Urbana, Desarrollo Social, Secretaría de Educación e Instituto de Vivienda; otros mil 18 millones del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS), y 898 millones para reforzar las acciones de reconstrucción.

Estos recursos se destinarán a distintas áreas de la administración pública para atender tareas de reparación, infraestructura vial, hidráulica, vivienda, educativa, actividades de demolición, desarrollo social, reparación de alumbrado público y mercados públicos.

César Cravioto, comisionado para la Reconstrucción de la CDMX en la próxima gestión central —que entrará en funciones el 5 de diciembre—, señala que se “reducirán al mínimo los requisitos para acceder a los fondos públicos de la reconstrucción y convertir a la Comisión de Reconstrucción en la ventanilla única para atender a las personas damnificadas del sismo del 19 de septiembre”.

Determina que “hay más de 120 lineamientos que están en la Gaceta Oficial sobre la reconstrucción, que son un rompecabezas; se han puesto parches sobre parches y no ha habido claridad de atender el proceso de reconstrucción. Por eso se han tenido que dar más de 120 lineamientos”.

Otro objetivo, expresa Cravioto, “es dar certeza jurídica a las personas que tienen problemas para acreditar la legal posesión de sus propiedades, circunstancia que retrasa el proceso”.

Dilemas

Diversos diputados y expertos exponen la problemática y beneficios a un año de los sismos. Benito Medina, del PRI, recuerda que “hoy México cuenta con una mejor cultura de protección civil así como una mayor capacidad técnica y tecnológica para actuar ante desastres naturales”.

Benjamín Robles, del PT, expone que “la gente sufrió la destrucción y ahora padece la reconstrucción; y esta Cámara de Diputados tiene que resolverlo, y lo puede hacer si aplica recursos en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019”.

Antonia Natividad Díaz, del PAN, indica que a pesar de que ha pasado un año del sismo, en Oaxaca hay todavía tareas pendientes: “Existen personas sin hogar, escuelas sin reconstrucción y una economía que no logra levantarse; además, la entidad ha superado el registro de actividad sísmica a nivel mundial”.

Urge “conocer de manera clara qué fue de los recursos del Fonden y qué se hizo con los apoyos que la autoridad recibió del extranjero. Desde un primer momento los afectados han denunciado la alteración del padrón de beneficiarios, el escaso apoyo del gobierno federal y la indiferencia del local; fue más efectiva la ayuda extranjera y de la sociedad civil ya que sin ellas la entidad estaría en peores condiciones”, estima.

Juan Enrique Farrera, de Morena, puntualiza que “después de un año de los terremotos seguimos presenciando escenas terribles de personas afectadas que no han recibido los apoyos y que aun con las inclemencias del tiempo siguen durmiendo en el suelo. Nos debemos solidarizar con los once estados damnificados”.

Román Meyer Falcón, propuesto para encabezar la Secretaría de Desarrollo Territorial, Agrario y Urbano (Sedatu) durante la próxima administración federal de Andrés Manuel López Obrador, asevera que en los primeros 100 días del futuro gobierno la prioridad será la reconstrucción de las zonas afectadas por los sismos de septiembre pasado.

De hecho, “no esperaremos a llegar al gobierno: vamos a solicitar en estos días toda la información de los daños de los sismos de septiembre. La reconstrucción es un tema que no puede esperar”, agrega Meyer.

Luis Álvarez Icaza, director del Instituto de Ingeniería de la UNAM, establece que lo que se aprende de este tipo de fenómenos es que hace falta adecuar los códigos de construcción en los estados, lo que es una tarea pendiente.

“Requerimos un apoyo importante para tener la capacidad, en términos de recursos humanos, para dar asesoría e información y que esta llegue lo más rápido posible a los constructores. Por ello hacemos un llamado al Congreso de la Unión para obtener este apoyo y fortalecer los servicios geofísicos que opera la UNAM”, plantea.

A doce meses de los dos terremotos de septiembre, aunque los programas de reconstrucción en los once estados afectados se canalizan de manera prioritaria pero no con la celeridad ideal, México sigue en pie y sana sus heridas.

PIB nacional de las entidades afectadas por los sismos de 2017

Entidades federativas

Participación % en el PIB nacional

Total nacional

100.0

Subtotal (ocho entidades federativas)

35.3

Chiapas

1.6

Ciudad de México

16.8

Guerrero

1.4

Estado de México

8.9

Morelos

1.2

Oaxaca

1.6

Puebla

3.2

Tlaxcala

0.6

Resto de entidades federativas

64.7

Fuente: INEGI

Afectaciones de los sismos de 2017 por sector de actividad

Sector

Establecimientos

Participación porcentual

Industrias manufactureras

237,802

11.6

Comercios

1,002,222

49.1

Servicios privados no financieros

801,356

39.3

Total

2,041,380

100.0

Fuente: INEGI

Establecimientos afectados

Entidades federativas

Establecimientos

Participación % nacional

Total nacional

5,654,014

100.0

Entidades federativas afectadas

2,339,058

41.4

Chiapas

238,333

4.2

Ciudad de México

452,939

8.0

Guerrero

202,092

3.6

Estado de México

664,785

11.8

Morelos

109,852

1.9

Oaxaca

251,847

4.5

Puebla

339,601

6.0

Tlaxcala

79,609

1.4

Resto de entidades federativas

3,314,956

58.6

Fuente: INEGI

México solidario

Como ya es tradición en nuestro pueblo durante las afectaciones telúricas del 7 y el 19 de septiembre la generosidad de ayuda de la población salió a la luz: la asombrosa capacidad de respuesta de la sociedad ante los terremotos resultó inverosímil cuando miles de manos y voluntades anónimas inmediatamente se organizaron para levantar escombros, buscar sobrevivientes, fabricar millones de tortas y chilaquiles, cargar miles de litros de agua, hacer y ordenar acopios, convocar a médicos, enfermeras, ingenieros, arquitectos, sicólogos, voluntarios, brigadistas, células de jóvenes… que con entusiasmo movieron los engranajes de la solidaridad mexicana.

Todos: la sociedad civil junto con cuerpos de rescate de protección civil, el Ejército, la Marina, los bomberos, escuadrones de rescate, urgencias médicas y las policías de todos los estados afectados salieron a las calles a ayudar en labores de salvamento y logística que sucedieron al derrumbe de miles de viviendas y edificios.

Cientos de jóvenes, catalogados como millennials y de los que se decía que preferían quedarse al margen, en sus computadores y redes sociales, rompieron con ese mito frente a la catástrofe para responder con valor y empatía a favor de los más necesitados: utilizaron los medios electrónicos como un arma social al servicio de la emergencia, repartieron víveres y organizaron brigadas de rescate.

Dentro del resquebrajamiento y derrumbe de paredes, edificios, casas y miles de vidas, surgió el símbolo de la esperanza y el respaldo desbordado que alzó el puño para pedir silencio y escuchar los sonidos de los sobrevivientes atrapados entre los escombros.

Ahí, entre los daños que causaron los sismos, surgieron dos símbolos que recorrieron el mundo como distintivo de la solidaridad ciudadana en México: uno, el del señor Ángel Sánchez Santiago, quien rescató la bandera nacional de entre los escombros en Juchitán, Oaxaca, y la izó entre los restos de las casas derruidas; el otro, el de la perrita labrador de nombre Frida, símbolo de las tareas de rescate que dieron la fuerza a México para enfrentar la calamidad.

Una vez más, la solidaridad se materializó y fue palpable en México.