Se llama Gerardo, le dicen el Tata y se apellida Martino. Él es el valiente que por ahora le ha dado el “sí” a una de las novias del futbol más conflictivas y feas, pero con lana, que se hace llamar Selección Mexicana.
Por cierto, no sé si este entrenador argentino tiene idea de cómo se maneja el producto Selección Mexicana pero seguramente se topará con cosas y formas que nunca había visto en su etapa como estratega.
¡En la que se podría meter Gerardo Martino!
Pero como le decía, el famoso Tata es al que hasta estos instantes los altos mandos de la Federación Mexicana de Futbol han convencido —sinceramente no creo que le venga como anillo al dedo a la selección nacional. Con esto no quiero decir que Gerardo Martino es malo o no tiene capacidades; de hecho, las tiene, pero a veces no alcanza con eso, y si no pregúntenle a Juan Carlos Osorio o a Sven Goran Eriksson.
Camino
La selección mexicana necesita un entrenador no solo con el conocimiento básico en la materia sino también sabedor del escenario y capacidades del futbolista mexicano; es decir, entender los alcances y límites del jugador que se desarrolla en la liga local y en el futbol europeo.
Para mí resultaría muy riesgoso el hecho de que contraten a Martino para amoldarse primero al talento e idiosincrasia del futbolista de casa y después tomar vuelo para ver hasta dónde alcanza en el proceso mundialista rumbo a Qatar 2022.
En resumidas cuentas los perfiles de entrenador a los que se aferran los dirigentes de la Femexfut no son los más aptos, y no lo digo yo: lo dice la historia reciente.
Usted no se crea el cuento de que es más fácil que a la selección le vaya bien si la dirige un entrenador que antes tuvo la oportunidad de trabajar en grandes equipos como Barcelona, Real Madrid, Manchester United o selecciones como la argentina o la brasileña. ¡Eso es una mentira!
A los federativos les gusta complicarse la vida porque aun teniendo al jinete perfecto para tomar las riendas del Tri prefieren hacerse de la vista gorda. Usted y yo conocemos al entrenador que demostró saber trabajar con mexicanos ganando títulos… ¡Ah, pero el chiste es presumir que vendrá alguien rimbombante y que dirigió al mismísimo Messi!
Aún falta camino para que se cierre 100% la relación con Gerardo Martino y aunque lleva ventaja también puedo decirle que a la conquista de la silla técnica de la selección mexicana todavía pueden meter el cuerpo Matías Almeyda y hasta el mismísimo Miguel Herrera….
A usted ¿quién le gustaría?