Roma, Italia, 4 de octubre. El presidente italiano Sergio Mattarella firmó hoy el decreto de ley que endurece las medidas contra los inmigrantes y solicitantes de asilo, aunque advirtió al primer ministro, Giuseppe Conte, que deberán ser respetados tanto los tratados internacionales, como la propia Constitución.
El decreto fue aprobado por el gobierno el pasado 24 de septiembre y lleva la huella del ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini, quien ha hecho del combate a la inmigración su principal caballo de batalla.
De 42 artículos, el documento abroga la concesión de permisos de residencia por motivos humanitarios, sustituidos por “permisos especiales” por un año para casos extremos.
Hasta ahora las personas acreedoras de la protección humanitaria recibían permisos de residencia de dos años y podían acceder a la visa de estancia por tiempo indefinido si encontraban empleo, además de que tenían derecho a cursos de formación profesional en los centros de acogida.
El nuevo decreto también amplía la posibilidad de negar o revocar la protección internacional para quienes sean acusados de violencia sexual, lesiones, robo, violencia contra oficiales públicos, mutilaciones sexuales o tráfico de droga.
Está también prevista la suspensión de la demanda de asilo en caso de peligrosidad social o condena en primera instancia.
Asimismo, la duración máxima de los inmigrantes en los centros para la repatriación será ampliada de tres a seis meses y se prevé la reestructuración de esas instalaciones y la construcción de otras nuevas.
Con el objetivo de potenciar las repatriaciones de indocumentados, la iniciativa de ley destinará 500 mil euros para 2018 y 1.5 millones para 2019 y 2020.
Igualmente reserva a los acreedores de protección internacional y a los menores no acompañados los proyectos de integración e inclusión social.
Para ser aprobado en vía definitiva el decreto requiere tanto la aprobación del Parlamento (donde la Liga y el Movimiento 5 Estrellas, los partidos oficialistas, tienen mayoría), así como la firma del presidente, que fue anunciada este día.
En un comunicado, la jefatura de Estado confirmó que el mandatario suscribió el texto, pero que también envió una carta al primer ministro en la que subrayó la necesidad de respetar la Constitución y los tratados internacionales.
Mattarella se refirió en particular a la obligación de respetar el artículo 10 de la Carta Magna, según el cual el ordenamiento jurídico italiano se regula en base a las normas de derecho internacional reconocidas.
Ese artículo dice que “la condición jurídica del extranjero es regulada por la ley en conformidad con las normas y los tratados internacionales”.
También señala que Italia dará asilo al extranjero al que le sea impedido en su país de origen “ejercer libremente las libertades democráticas establecidas por la Constitución italiana” y que no es admitida su extradición en caso de que sea acusado de delitos políticos.
“El presidente Mattarella ha firmado el decreto de Seguridad del maloso de Salvini, por lo que la próxima semana el Parlamento comenzará a discutir y sobre todo a votar estas decenas de artículos que nos darán más seguridad”, escribió el propio ministro del Interior en Facebook.
Dijo haber asegurado a Mattarella que el gobierno respeta la Constitución y los tratados internacionales, pero que “no queremos pasar por tontos”, pues si un solicitante de asilo político delinque mientras espera la respuesta a su pedido será enviado inmediatamente de regreso a su país de origen.