Examinan agenda clave para Iglesia católica

En cumbre mundial de obispos

Redacción
Política
Iglesia católica agenda
Foto: AP

Ciudad del Vaticano, 4 Oct.- Los abusos contra menores en la Iglesia, la tragedia de los migrantes y la necesidad de abordar con mayor realismo la sexualidad, fueron tres temas centrales en la primera sesión de trabajo de una cumbre mundial de obispos que tiene lugar en el Vaticano.

Este jueves, unos 25 clérigos tomaron la palabra durante las discusiones a puertas cerradas que fueron encabezadas por el Papa Francisco, como parte del Sínodo que debate sobre los desafíos de la juventud en la actualidad, y se extenderá hasta el próximo 28 de octubre.

Según refirió el prefecto de la Comunicación de la Santa Sede, Paolo Ruffini, varios prelados de diversas nacionalidades incluyeron en sus discursos (cada uno de rigurosos cuatro minutos) la crisis de los abusos, de desconfianza de los jóvenes hacia la Iglesia.

Algunos obispos pidieron perdón por los fracasos propios y de otros miembros de la Iglesia en el dar respuestas apropiadas a los casos de abuso, y en el hacer todo cuanto esté en su poder para salvaguardar a los jóvenes.

De hecho, varios de los discursos incluyeron autocríticas por los errores de la Iglesia en diversos campos, incluyendo el acompañamiento a las familias y a los jóvenes en sus problemas cotidianos.

Además, en los debates se solicitó también una reflexión sobre la sexualidad, sobre la cual los jóvenes exigen una palabra constructiva de parte de la Iglesia.

Incluso, los padres sinodales manifestaron que la sexualidad no debe ser ignorada, rechazada o idealizada, sino que es necesario pensar para ella un acompañamiento pastoral adecuado, que cambie la mentalidad y las estructuras eclesiales.

También se abordó el consumo abusivo de la pornografía, de la sexualidad precoz y a los abortos recurrentes entre la juventud.

Estos fueron los primeros temas de un debate que se extenderá durante 25 días, que se dividirá en discursos ante el pleno y debates en 14 pequeños grupos lingüísticos, con el objetivo de aprobar un documento final que será entregado al Papa y marcará la pauta de las acciones de la Iglesia en los próximos años.