El pasado jueves 4 se inauguró un nuevo centro generador de conocimiento y documentación y análisis de la Sedena: el Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Seguridad y Defensa Nacionales, ubicado en la antigua Escuela Militar de Ingenieros, en el Campo Militar de Popotla. Es una muy valiosa aportación para procesar el complejo entorno internacional así como los desafíos internos que enfrenta el Estado mexicano.
En efecto, dentro de sus misiones se encuentra generar aportaciones de la más alta calidad para la toma de decisiones y la formulación de medidas específicas en las políticas de defensa y dimensiones de la seguridad.
El nuevo instituto se suma al Instituto de Investigaciones Estratégicas de la Armada de México, también inaugurado en fechas recientes, para aportar elementos y análisis de primer nivel. Tanto la autoridad civil como la militar contarán con una producción enfocada a priorizar las mejores opciones para el desarrollo del país, en especial a lo que se refiere a los sectores de seguridad y defensa.
No hay duda, en este sentido, de que el diseño de programas y políticas en esos ámbitos alcanza niveles de alta capacidad integradora, que lo mismo abarcan de la ciencia y la tecnología que los estudios antropológicos, geopolíticos y desde luego jurídicos.
La creación del Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos se encuentra como un objetivo prioritario en el Plan Nacional de Desarrollo y en el particular del sector de la defensa nacional como una línea estratégica.
Aportaciones
Como sabemos durante estos años nuestro país ha observado notable contrastes; por ejemplo, en cuanto a la articulación de una importante política nacional de defensa así como una desestructurada respuesta en materia de seguridad pública que demanda (exige diría yo) la inclusión masiva de personal militar para tratar de contener y someter a la diversificada actividad criminal.
A lo largo de la administración del general Salvador Cienfuegos Zepeda, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, la visibilidad de México en la diplomacia militar contemporánea se ha dejado ver en la amplia presencia de nuestro país en foros internacionales, seminarios, así como una intensa actividad en varias partes del mundo.
Por ejemplo por primera vez un general mexicano, Luis Bucio, ocupa la presidencia del Consejo de Delegados de la Junta Interamericana de Defensa, con sede en Washington, DC. O está también la realización en nuestro país, por primera vez, de la Conferencia Regional de Seguridad del Caribe. Otro referente son las aperturas de agregadurías militares con un claro enfoque geopolítico para observar y extraer lecciones de las relaciones que se establecen entre países de desproporcionada capacidad en su poder nacional y militar.
Si a esto adicionamos el natural proceso de relevo en el gobierno federal el Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Defensa y Seguridad Nacionales está en condiciones de acercar argumentos, análisis y estudios para que el nuevo gobierno no se vea en la necesidad o tentación de partir de cero en las políticas y programas de los sectores de defensa y la dimensiones de la seguridad, como sabemos que ha ocurrido en otras ocasiones.
Las condiciones para establecer las bases en la proyección de nuestros intereses tanto dentro como fuera del país cuentan con las aportaciones de áreas clave en la generación de conocimiento, como lo es el nuevo instituto.