PORFIRIO VS. DELGADO

Por facultades de ley el que tiene mayor peso en la cámara es quien preside la Jucopo.

Lourdes Mendoza
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En la Cámara de Diputados las cosas se están poniendo color de hormiga. Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado están en una lucha de fuerzas. Así como lo está leyendo. Porfirio quiere tener más facultades y no solo ser el representante de San Lázaro, sin mayor atribución como presidente.

Por facultades de ley el que tiene mayor peso en la cámara es quien preside la Junta de Coordinación Política (Jucopo), así que Mario Delgado es el mandamás —aunque se le están saliendo los morenistas del corral.

De una vez les adelanto que se están formando grupos en la bancada de Morena, algo así como las tribus en el PRD. En lo único que coinciden todos los morenistas es en apoyar a AMLO.

Me cuentan mis infiltrados que el inicio para medir fuerzas se dio durante la comparecencia de José Antonio González Anaya, cuando Dolores Padierna cerró la reunión con un mensaje contra el gobierno olvidando que era la presidenta en funciones y debe representar la pluralidad política de la cámara baja.

Padierna cerró la comparecencia por un acuerdo que impulsó Porfirio antes de la sesión y saltándose otro acuerdo que había construido Delgado con los demás coordinadores para que el último en hablar en tribuna fuera el secretario de Hacienda.

La orden de Amieva

Vaya polémica causó José Ramón Amieva al ordenar quitar las placas ubicadas en las estaciones del Metro Pino Suárez, Balderas, Insurgentes, Zócalo e Hidalgo, así como de la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca, en las que aparece el nombre del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz.

¿Por qué Amieva hace eso cuando ni siquiera fue elegido como jefe de Gobierno? Eso se llama oportunismo, aunque él insista en que la decisión fue consultada con los deudos de la matanza del 68 y con juristas. Las placas son parte de la historia y no solo lo opino yo: lo dicen los expertos.

Según Amieva buscó quitar el culto al ego. Si esa es la lógica quitaría hasta el nombre de las calles y las estatuas de personajes juzgados por la misma historia.

Y mientras, en la Cámara de Diputados el perredista Mauricio Toledo le dio alas a Amieva y hasta le pidió a AMLO que por decreto elimine “cualquier nombre del asesino Díaz Ordaz en este país”.

Pero casualidades de la vida: mientras Toledo decía esto en la sesión solemne a 50 años de la matanza estudiantil de Tlatelolco un grupo de invitados le gritó: “¡Asesino! ¡Porro!”

Y les cuento que justo ese día, para evitar confrontaciones después de ver cómo le gritaban a Toledo, el PRI impidió que el posicionamiento del partido por el 68 lo hiciera el general de Brigada Benito Medina. ¿Se imaginan lo que hubiera sucedido si un militar fija la posición del PRI ante el Comité del 68?

Estilo mata carita...

AMLO y Donald Trump se comunicaron por teléfono luego del tratado comercial USMCA que llegó a buen puerto. “¡Vamos a trabajar bien juntos!”, dijo Trump. Y como les adelanté el acuerdo trilateral fue mucho gracias a Jesús Seade y su relación de respeto y amistad con Lighthizer.