Para Ernesto López Portillo, experto en temas de seguridad pública, México es un “país crónicamente fracturado en su tejido social”, por lo que es necesario hacer un nuevo pacto social que permita transitar de una nación marcada por la violencia a una donde la solidaridad, la paz y justicia sean realidad.
Así lo dijo durante su conferencia ‘Construcción de ciudadanía. Formación de líderes y su trayectoria’, en el marco del Encuentro Nacional del Programa de Liderazgo Ignaciano Universitario Latinoamericano (PLIUL), que convocó a más de 120 alumnos del ITESO, IBERO Torreón, IBERO Puebla, IBERO Tijuana e IBERO Ciudad de México.
López Portillo, encargado del Programa de Seguridad Ciudadana de la IBERO, recordó que los proyectos de seguridad en México tienen que romper con esos modelos donde se endurece la ley; se fortalece el uso de la fuerza ante la violencia; y se aprueba el populismo punitivo, es decir, la oferta de castigo y el incremento de sanciones es bien visto por la sociedad.
En su disertación, lamentó que la desconfianza —esperar algo malo del otro— marque las relaciones sociales en nuestro país, pues eso habla de “un tejido social roto. El tejido social se ha fracturado o se ha reestructurado (según la teoría que se estudie) y está definido por la desconfianza. México está roto y hay un problema crónico de desconfianza”.
Como ejemplo positivo en la región, dijo, está lo hecho por Antanas Mockus en Bogotá, Colombia. Durante su gestión como alcalde de la capital trabajó el concepto de cultura ciudadana como vehículo para la reconstrucción de la convivencia social y el alineamiento de tres normas: las morales, las legales y las culturales.