OTOÑO DE MI VIDA

Es impresionante la pasión que despierta el beisbol en esta estación del año. 

Redacción
Todo menos politica
Beisbol.
Notimex

Llegó el otoño, ese que me trae grandes recuerdos de mi niñez y juventud porque en esta época del año con mi señor padre solía no despegarme del televisor para ver durante horas y horas deportes…. No nos cansábamos…

Qué hermosa temporada del año: no solo por sus atardeceres con tonos ámbar, árboles coloridos y hojas secas que vuelan gracias a los vientos esperanzadores sino también porque lo mejor de los deportes se hace presente. De verdad, créamelo, los que amamos los deportes siempre agradecemos la llegada del otoño y lo acontecido en los últimos días es un claro ejemplo de ello.

Voy por partes.

Es impresionante la pasión que despierta el beisbol en esta estación del año. Primero, en la Liga Mexicana, los Sultanes de Monterrey rompieron una sequía de once años sin título al coronarse campeones tras vencer en la Serie del Rey a los Guerreros de Oaxaca. Eso sí, el formato de dos temporadas por año en la LMB me parece ridículo; pero ese es otro tema: de esa mala idea no tienen culpa los Sultanes.

Aquí no termina todo: acabó la LMB pero inició la tradicional y única Liga Mexicana del Pacífico con unos Tomateros de Culiacán que buscarán defender su corona. Le invito a que no pierda detalle de lo que ocurrirá en esta corta pero apasionante temporada de la LMP.

Y cómo no referirme al beisbol de las grandes ligas, que prometen unas series de campeonato de alarido. En la Conferencia Americana los Astros de Houston miden fuerzas con los Medias Rojas de Boston, novena que dejó en el camino a unos Yankees de Nueva York que durante toda la serie divisional no estuvieron finos con el bate. Mientras tanto, en la Nacional los Dodgers de los Ángeles enfrentan a los Cerveceros de Milwaukee, donde milita el relevista mexicano Joakim Soria, quien por cierto tuvo una gran labor en los duelos divisionales frente a Colorado.

Americano

Después el otoño también deja ver a una NFL con una temporada ya madura en la que después de seis semanas ya se comienzan a vislumbrar los favoritos para la postemporada y por otro lado jugadores que dejan recuerdos imborrables, como en el caso de Drew Brees, mariscal de campo de los Santos de Nueva Orleans, que se convirtió el lunes pasado, enfrentando a los Pieles Rojas de Washington, en el jugador con más yardas aéreas en la historia de este deporte al llegar a las 71 mil 968, superando las 71 mil 940 que registraba Peyton Manning. Brees, estoy seguro, jamás olvidará el otoño de 2018 y los que lo vimos tampoco.

Y para rematar, a estas alturas del año también podemos apreciar el mejor futbol del planeta: la Champions League, donde por ahora el Barcelona de España y la Juventus de Turín lucen infranqueables luego de ganar con autoridad sus primeros partidos de la fase de grupos, mientras que el actual campeón Real Madrid increíblemente se encuentra en un momento de poca lucidez gracias al proceso de reestructuración por el que atraviesan. Bendita sea la Champions…

Esto es el otoño, señores, lleno de vida, lleno de color, lleno de pasión, lleno de deportes…

Es el otoño de mi vida…