Le seguimos pagando pero parece un fantasma. Enrique Peña Nieto aún es el presidente de este país aunque parezca lo contrario. Yo me pregunto todo el tiempo ¿dónde está?, ¿por qué no defiende la construcción del aeropuerto en Texcoco?, ¿acaso en diciembre dejará de vivir en México y por eso lo abandona a su suerte?
El único que ha dado la cara por parte del gobierno federal y ha defendido el Nuevo Aeropuerto Internacional de México es el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid.
De Gerardo Ruiz Esparza, de SCT, ni sus luces: solo reapareció por obligación al comparecer en el Senado.
El que dicta la agenda en este país aún sin ponerse la banda presidencial es Andrés Manuel López Obrador. Si AMLO quiere generar incertidumbre entre los mercados, entre los inversionistas y entre los mismos mexicanos, pues felicidades: lo está logrando, va por buen camino.
Y ojo, no estoy defendiendo el aeropuerto de Peña. Yo no recuerdo un malestar social por la construcción del aeropuerto en Texcoco, ¿o sí?
Es en seri: estamos en riesgo todos ante la ocurrencia de reacondicionar el actual aeropuerto y el de Toluca y construir dos pistas en la base aérea de Santa Lucía. Ya quiero ver el calvario de los pasajeros que tienen vuelos de conexión.
Ah, y súmenle que ahora el ocurrente de Javier Jiménez Espriú piensa desaparecer el Hangar Presidencial, como si México no recibiera a presidentes de otros países, a la realeza o a los primeros ministros.
Tooodo esto se jugará en una sola pregunta, en una sola consulta que costará un millón y medio de pesos que a regañadientes y voluntariamente a fuerza deberán pagar los diputados y senadores de Morena.
Me cuentan mis infiltrados que muchos legisladores se enojaron porque no se les consultó si querían financiar la consulta: se enteraron de casualidad.
T-MEC
Y ya que hablamos de ocurrencias, pues ¿por qué no?, cambiémosle el nombre al acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés). Ahora se llamará T-MEC. Nada que ver con Marcelo Ebrard, ¿eh?, no piense mal.
El T-MEC se eligió por medio de la cuenta de López Obrador en Twitter. Por cinco días se preguntó el nombre en la red social y 45% eligió el acrónimo T-MEC contra 16% que eligió TEUMECA.
De 123.5 millones de habitantes, solo 102 mil 448 mexicanos participaron, de los cuales 39% no eligió ninguno de los dos nombres.
Pero Ildefonso Guajardo lo consultó con EPN y AMLO y se aceptó, así que señoras y señores el nuevo TLCAN se llamará coloquialmente en México: T-MEC (Tratado México, Estados Unidos y Canadá).
Estilo mata carita...
Lo hizo de nuevo. Sergio Mayer rompió el protocolo en la instalación de la Comisión de Cultura en la Cámara de Diputados y terminó el acto con un flashmob de ópera y música mexicana. De pronto seis cantantes repartidos en el lugar de la Comisión se levantaron de sus asientos y cantaron Libiamo ne’lieti calici, de La Traviata. Por cierto, a este acto acudió su esposa Issabela Camil.