Por Willa, graves inundaciones en el norte del país

Los remanentes afectaron al norte de Nayarit, donde habría 20 mil personas en albergues.    

Norberto Vázquez
Política
WILLA
Notimex

Ciudad de México, 29 de octubre. El huracán Willa tocó tierras mexicanas como categoría 3 en la escala Saffir Simpson para luego adentrarse en territorio nacional ya como tormenta tropical, lo que provocó estragos en Sinaloa, Nayarit, Jalisco y parte de Durango y Zacatecas, pero hasta el cierre de esta edición se reportaba saldo blanco.

La salvaguarda de vidas humanas se logró gracias a las estrategias coordinadas de prevención en materia de protección civil que se establecieron en aquellos estados del país.

Durante el paso del meteoro por la noche y madrugada del miércoles 24 de octubre se registraron rachas de viento superiores a 100 km por hora y un oleaje de cuatro a seis metros de altura, lo que afectó en diversas partes de la región el servicio de energía eléctrica, además de que dejó decenas de árboles caídos y techos de lámina de cartón que volaron con la tempestad, así como bardas derribadas.

Ante el aviso de que Willa llegaría como huracán “potencialmente peligroso” el gobierno federal y los estados involucrados montaron un plan de seguridad de amplio espectro para prevenir daños mayores; no obstante en las áreas afectadas se solicita el apoyo solidario del país con víveres y otros insumos para la pronta recuperación de los afectados.

Estragos

Los remanentes del huracán afectaron al norte de Nayarit, donde según las autoridades habría 20 mil personas en albergues.

El meteoro desbordó cuatro ríos en la entidad, donde varios poblados del municipio de Escuinapa quedaron incomunicados y se desalojó a unas cuatro mil personas de esa demarcación y de Rosario. Asimismo causó al menos 24 derrumbes en carreteras federales de Jalisco e inundaciones en prácticamente toda la costa del estado.

También ocasionó lluvias en zonas serranas e hizo que el río Acaponeta se desbordara y anegara viviendas en los municipios de Acaponeta y Tecuala. Ante ello se ordenó evacuar comunidades aledañas al río Acaponeta en los dos municipios.

Incluso fue necesario desalojar a los habitantes de varios poblados en los municipios El Nayar y Tuxpan, por donde pasa el río San Pedro, el cual se desbordó al igual que el Cañas —que separa a Nayarit de Sinaloa— y el Tuxpan. La caseta de peaje de la autopista Tepic-Villa Unión ubicada en Acaponeta también se anegó, lo que paralizó el tráfico.

Familias indígenas de la comunidad de Jesús María, municipio de El Nayar, informaron que dejaron sus casas, ubicadas muy cerca del río Cora, cuya crecida los dejó incomunicados por tierra. El Comité Nacional de Emergencias, que estuvo en sesión permanente, anunció el envío a la región de más de 15 mil elementos de fuerzas federales.

En Jalisco el meteoro inundó localidades de casi toda la costa, entre ellos Melaque, municipio de Cihuatlán, donde el agua alcanzó hasta 60 centímetros de altura. Brigadistas de Protección Civil estatal detectaron daños en la red hidráulica de las comunidades Emiliano Zapata, Francisco Villa e Hidalgo Nuevo, municipio de La Huerta. En las costas jaliscienses los vientos provocaron el derrumbe del puente de entrada a la comunidad de Ipala en el municipio de Cabo Corrientes, dejándola incomunicada.

Si bien la tempestad comenzó a disiparse por la mañana del miércoles en el sudeste de Coahuila, el Servicio Meteorológico Nacional pronosticó que la nubosidad de los remanentes favorecería tormentas de fuertes a puntuales intensas en el occidente y norte de la República, así como tormentas y vientos fuertes con posibles torbellinos en el norte de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

Sinaloa

Tal vez la entidad más afectada por Willa, el estado registra pueblos incomunicados y el desbordamiento del río Baluarte, por lo que cientos de personas no pueden todavía regresar a sus hogares.

Las autoridades desalojaron a cuatro mil personas de los municipios de Escuinapa y Rosario. En la primera demarcación el huracán derribó árboles, bardas, postes y otras estructuras, además de que desgajó la carretera Teacapan-Escuinapa, lo que dejó incomunicadas varias poblaciones.

La alcaldesa de Rosario, Martha Ofelia Castillo, expuso que el desbordamiento del río Baluarte pone en peligro de inundación a las comunidades Matatán, Pozole y Agua Verde, al igual que colonias de la cabecera cercanas al malecón donde decenas de personas se reunieron para ver la intensidad del agua, lo que no se había presentado en varios años.

En medio del río quedó maquinaria y algunos camiones de una empresa que se dedica a la extracción de materiales pétreos. El agua subió tan rápido de nivel que los trabajadores no alcanzaron a sacarlas y fueron arrastradas por la corriente.

Personal de Protección Civil pidió a los pobladores, quienes viven cerca del río Baluarte, que se trasladaran a albergues para evitar accidentes, debido a que continúa lloviendo en las zonas serranas.

En algunos tramos de la carretera Mazatlán-Tepic el agua impidió el tránsito, por lo que elementos de la Policía Federal evitaron el paso hacia la zona sur desde la comunidad de Villa Unión, en Mazatlán.

Mientras que en el municipio de Escuinapa las rachas de viento causaron la caída de postes de energía eléctrica por la carretera hacia Tecapan, dejando incomunicados a todos sus habitantes.

Hasta el momento las autoridades reportan solo daños materiales en estos estados, donde ya se trabaja intensamente en restablecer los servicios para que las personas puedan regresar a sus hogares. Pero el apoyo con víveres también es necesario.