ENERGÍA: EL TALÓN DE AQUILES

En cada etapa hay una enorme cantidad de infraestructura energética que debe reconstruirse y reconfigurarse

Guillermo Fárber
Columnas
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Este punto es vital pero ha sido desdeñado. El futuro de la humanidad depende de él, pero todo mundo parece darlo por descontado. Esto es un error y será fatal. Chris Masterson ha insistido en el tema desde hace años y ahora lo destaca en su artículo Our delusional economy is poised to slam into the brick wall of reality.

“La vida siempre ha sido incierta pero hoy nuestras elecciones son más importantes que nunca. Estas determinarán si prosperamos, meramente sobrevivimos o de plano fracasamos durante los agitados tiempos que nos esperan. La ventana de oportunidad para cambiar el rumbo para la humanidad está casi cerrada. No hay más tiempo para esperar que de alguna manera, mágicamente, todo el complejo energético del mundo evolucione de pronto a una generosa tecnología nueva, ya sea por las fuerzas del mercado, por multimillonarios como Elon Musk o por un feliz accidente. La energía lo es todo. Sin ella nuestra sociedad no puede funcionar. Se necesita una inversión de energía para migrar de una solución de energía a otra”.

Suena obvio y sin embargo la inmensa mayoría de la población parece no captar esta simple verdad.

¿Cambio tecnológico?

Sí pero no. Imagina que calientas tu casa con madera (la chimenea tradicional), pero deseas cambiar a un horno de gas. Necesitas energía para hacer el cambio. Además de la nueva necesidad de gas natural hay una gran cantidad de energía incorporada en la fabricación e instalación de tu nuevo horno, los conductos y las líneas de suministro que llevarán el gas al horno y de este hacia tu casa.

Lo mismo ocurre cuando se realizan transiciones a nivel nacional. ¿Quieres independizar a la agricultura industrial del proceso de quemar combustibles fósiles para arar, sembrar, fertilizar, irrigar, cosechar, secar o enfriar, y luego transportar alimentos del campo a tu mesa? En cada etapa hay una enorme cantidad de infraestructura energética que debe reconstruirse y reconfigurarse para funcionar con “otra cosa”. La fabricación de los tractores y sus miles de componentes deben reconfigurarse para que funcionen con electricidad, desde el momento de extraer y fundir los metales utilizados durante todo el proceso de ensamblaje y entrega al agricultor. Hoy el petróleo y otros insumos de combustibles fósiles son casi 100% parte de ese proceso. Lo mismo se aplica a todos los demás equipos y herramientas que se utilizan actualmente en la agricultura.

“Podríamos hacer todo esto usando electricidad, claro, pero habría que preguntarse cómo se genera esta. Es mucho más barato, rápido y fácil usar combustibles fósiles. Así es como funciona la naturaleza. Salvo una crisis que nos obligue, como sociedad, deberíamos decidir proactivamente hacer de esa transición una prioridad nacional máxima. Se producirían enormes pérdidas y dislocaciones de empleos. El modelo de ‘crecimiento perpetuo’ se derrumbaría porque ha sido fuertemente subsidiado por el excedente barato de energía fósil. Las acciones, los bonos y los bienes raíces se derrumbarían arruinando el sueño de jubilación para muchos”.